Publicado el 2 octubre, 2016

José Fernández; El Ángel que se nos fue

Ha pasado una semana desde la desgracia que enlutara a la ciudad de Miami y al mundo del béisbol en general y todavía me cuesta trabajo creer que nuestro José Fernández no esté con nosotros, todavía me sigue pareciendo que no es real. Es difícil de entender como este joven cubano que tantas alegrías le brindó a los fanáticos de los Miami Marlins y por qué no, también a todo aquel que le guste disfrutar de una excelente demostración de pitcheo, ya no esté en este mundo. Estoy convencido que a muchos les pasará igual que a mí.

El impacto que tuvo este muchacho en el béisbol, en el pueblo y en la vida en general fue enorme. José fue alguien especial, su carisma, su sonrisa de la cual nunca se despegaba, la manera que jugaba al béisbol y su proyección hacia el juego fueron únicas. Fue un ser humano que tal parece que vino a este mundo para quedar como alguien que será recordado para toda la vida a pesar de su corta vida y carrera profesional como tal.

La forma que logró su libertad, unido a la manera de cómo se fue de este mundo, donde y cuando ocurrió el accidente, lo colocan como una trama salida de un guión de Hollywood, aunque desgraciadamente no es película, es real, todo esto le puso dramatismo a una vida que por seguro ya está ligada a la historia de esta ciudad. Sin contar que algunas situaciones o señales alrededor de su vida y de su pronta muerte dan para pensar mucho acerca de si este joven vino a este mundo marcado con un destino específico y con una especie de misión de llegar a los corazones de millones de personas y en impactar vidas ajenas, la mayoría personas que jamás hablaron con el lanzador.

Su carrera fue corta, solo 76 aperturas en Grandes Ligas con 38 victorias, cuatro temporadas y solo dos completas. Pero…qué clase de carrera corta tuvo el de Santa Clara, fue tanto su impacto en este corto periodo que lo marcó para siempre. Cada pitcheo, cada salida de José tenía tanta emotividad, y le ponía una energía tal que parecía que era su última apertura, siempre lo dejó todo en el montículo. Su record casi invencible en casa todavía añade un sabor especial a la leyenda, Cuando lanzaba en el Miami Stadiums nadie dominaba a los bateadores contrarios como él lo hacía y los fanáticos le respondían muy bien, pues la diferencia de público asistente a sus juegos comparado a los restantes, es visible.

Sus últimas dos salidas en casa fueron como dos regalos de lujo que el derecho le brindó a esta ciudad, el viernes 9 ante los Dodgers en siete entradas permitió tres hits, propinó 14 ponches y regaló 3 boletos y el martes 20 ante los Nacionales de Washington lanzó 8 entradas con tres hits permitidos y abanicó 12 ponches, dos salidas excelentes ante dos equipos con categoria de playoff, ! sencillamente soberbio!.

En este último partido se pudo apreciar por las camaras de televisión el saludo efusivo de Barry Bonds, besando al muchacho por su excelente juego. Barry Bonds no es muy conocido por sus relaciones públicas pero es que con José la cosa era diferente, en solo meses juntos en el equipo, su relación fue muy cercana. La reacción de Bonds en aquel momento fue una especie de despedida sin saberlo. En total en sus últimas 23 entradas en casa no permitió carrera.  

José Fernández tras varios intentos de salida ilegal en balsa de Cuba logra su libertad no sin antes pasar por un momento heroico al rescatar a su madre quien había caído al mar en la travesía, esto lo convirtió en un héroe, él amaba el mar y en el propio mar se fue trágicamente de este mundo. Resulta revelador que haya fallecido en la puerta marítima de esta ciudad, pues por ese arrecife donde respiró por última vez entran y salen diariamente los barcos de Miami, podía haber muerto en otro lado, en otra forma y en otra época del año, pero no, el destino hizo que fuera en un lugar bien simbólico para Miami como es South Point Park y en plena temporada regular.

Esto hizo que la semana pasada se desarrollaran toda una serie de reconocimientos aquí en Miami y a lo largo de todo el país, no solo en el béisbol, también en los juegos de football americano tanto colegial como profesional hubo reconocimientos. Los homenajes que el equipo le profesó en la Pequeña Habana fueron muy emotivos. Toco el corazón de sus colegas, se vio muy emocionado al dominicano David Ortiz de los Medias Rojas de Boston, el mismo Big Papi le pidió al equipo de Tampa Bay que no le hiciera el homenaje por su retiro el pasado domingo para honrar la memoria del cubano.

Yoennis Céspedes, el jardinero Cubano de los Mets de Nueva York era todo llanto en el parque de los Peces, al igual que el lanzador cubano americano Gio González de los Nacionales de Washington. La manera de sentir su muerte del dueño Jeffrey Loria impactó a varias personas con las cuales he hablado en estos días ni hablar de su agente Scott Boras con quien tenía una estrecha relación y dejó escapar su emoción cuando habló en la misa final.

En otras muertes de peloteros anteriormente ha habido homenajes y recordatorios pero nunca antes se había visto a tantos peloteros contrarios homenajear y sentir por un jugador que no sea de ese equipo y que encima lleve tan poco tiempo en el béisbol, Alemnys Díaz quien se crio y comenzó su carrera en el béisbol juto a Fernández, pidió permiso (y los Cardenales poniéndose a la altura de la excelente organización que es, se lo concedieron) para estar junto a su familia en estos momentos difíciles. Eso es algo que no es nada común en plena temporada regular y más luchando por una plaza de los playoff, así de grande y querido fue José Delfín Fernández. En su funeral estuvo presente el Comisionado de Grandes Ligas Rob Manfred, así como varios equipos mandaron representantes, además del cantante puertorriqueño Marc Anthony, Gente de Zona entre otros.

Fue homenajeado como una figura pública de primer nivel y recuerden que solo tuvo 76 aperturas en Grandes Ligas y contaba con 24 años de edad. Aquí en Miami solo se puede mencionar dos muertes a este nivel de sentimiento público en las últimas dos décadas, la del político Jorge Mas Canosa en 1997 y la cantante Celia Cruz en el 2003. El impacto del cubano traspasó el mundo del béisbol y de esta ciudad.

Ambos candidatos a la presidencia de este país, Donald Trump e Hillary Clinton lo mencionaron esta semana en diferentes momentos, así como los senadores por la Florida Bill Nelson y Marco Rubio introdujeron en el senado de Estados Unidos una resolución en honor de Fernández y su viaje desde la Cuba comunista a las Grandes Ligas y su contribución a la comunidad. No era un jugador conocido por sus comentarios políticos pero tuvo un excelente gesto al visitar la casa de la Brigada 2506, encima su muerte sirvió también para resaltar el tema de la libertad de Cuba algo que no siempre es prioridad dentro de la prensa.

El presidente del equipo David Samson y el agente de peloteros Boras mencionaron en repetidas ocasiones lo que significó para Fernández ser un hombre libre y el ejemplo que fue para toda persona que quiera lograr el sueño americano.

En las horas posteriores a su muerte se ha hablado de poner su nombre al estadio, de retirar su número en el equipo. Por otra parte, el periodista Ken Rosenthal de Fox propuso crear un “premio a la energía” en nombre de José. En fin, todas estas ideas que han salido a la luz pública en diferentes momentos tienen como idea homenajear al numero 16.

Hechos que ponen a pensar a cualquiera

El pasado lunes 26 fue el primer juego después del accidente y el que precisamente le tocaba lanzar a José, recordemos brevemente que originalmente debía lanzar el domingo pero su salida fue postergada un día más para darle espacio al zurdo Adam Conley, quizás, si hubiera lanzado ese domingo no hubiera salido al mar de noche como lo hizo y todo fuera diferente hoy, quizás no, lamentablemente nunca sabremos esa respuesta.

En el partido como tal ocurrieron cosas que son para analizar, primero, la energía que se sentía era algo superior, el primer turno al bate le correspondía a Dee Gordon quien sufrió esta pérdida bastante, el camarero salió a batear a la derecha y con el casco protector de Joseito en honor a él, luego de una bola se puso a la izquierda, a su mano, y conectó un cuadrangular por la banda derecha que según sus propias palabras “nunca había dado un batazo así”, Gordon recorrió las bases llorando y cuando llegó al banco la emoción se apoderó de él y de otros peloteros, fue el primer jonrón del 2016 del segunda base quien solo ha conectado 9 en 2167 veces al bate hasta el día de hoy. Un momento sencillamente mágico, único, irrepetible.

Otro ejemplo de una noche para la historia fue el inicialista Justin Bour, quien disparó un raro triple llegando de cabeza a la antesala, este fue el primer triple en Grandes Ligas para este pelotero y el tercero en 3724 apariciones al plato hasta este momento en el béisbol profesional, desde el 2011 no llegaba a tercera con un batazo. No es usual que Gordon conecte cuadrangular ni Bour un triple. Todavía hay más, los peces embasaron a 16 corredores en ese encuentro, el mismo número que llevaba José en la espalda… en general, todo el equipo salió a batear fuerte y derrotaron a los Mets de Nueva York esa noche. Antes y después del partido las imágenes que se vieron de dolor quedarán en la memoria de muchos por largo tiempo.

Al otro día en un hecho también significativo Alemnys Díaz dio su primer cuadrangular con bases llenas en Grandes Ligas, uno que puso delante a su equipo San Luis en un momento crucial y que se lo dedicó a su amigo de toda la vida.

Por otra parte, en algo que puso a muchos a pensar también fue que un día después de su muerte apareció en la playa una bolsa con su chequera de banco y cuatro pelotas firmadas por Joseito, eso fue como un último regalo a su ciudad, a sus fanáticos, esa bolsa debe haber salido disparada del bote en el momento del accidente, podía haberse hundido en el mar por el mismo peso de las pelotas mojadas, podía haber sido arrastrada al océano con las corrientes y nunca más ser encontrada, pero no, la bolsa con su regalo adentro, llegó a la costa.

La semana pasada fue también del conocimiento público en las redes sociales una imagen de lluvia sobre el estadio de los Marlins, solamente sobre el estadio de los Marlins, así como el día de su misa fue visible ver sobre el cielo de nuestra ciudad un bello arcoíris. El propio Gordon comentó en un twitter sobre la lluvia en una visita que el domingo el equipo realizó a su casa.

Dee GordonVerified account ‏@FlashGJr Sep 25 Damn man it's raining at your mothers house bro…God and ALL his angels are crying down tears of joy on us because you came HOME. #JDF16

Algo más que esta alrededor de su muerte, José usaba el número 16, murió en el 2016 y falleció el 09/25 que cuando se resta también da 16. ¿Casualidad? ( Luego de publicar el articulo el periodista Jose Pepe Campos, ( Chambi) me llamo y dijo que la suma del 0925  tambien da 16)

Su carrera fue a la vez rápida, vibrante y con algunos sinsabores. Tuvo una operación de Tommy John en el 2014 y otra lesión en el 2015, en esta temporada el equipo en una decisión un tanto sin sentido y quizás de castigo no le dio la oportunidad de ser el primer abridor de la temporada. Pero nada lo detuvo, nada lo desmotivó, siguió con su manera de ver el béisbol, con su forma única de encarar el juego que junto a su talento y personalidad nos dejó a un José Delfín Fernández que quedará en el corazón de todos para siempre.

Por Fernando Vilá / Pasion Magazine

palmardejunco@gmail.com

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