Ivan Perisic celebra tras anotar el gol de Croacia en el partido contra Japón por los octavos de final del Mundial, el lunes 5 de diciembre de 2022, en Al Wakrah, Qatar. (AP/RICARDO MAZALÁN)
Croacia está otra vez en las últimas instancias de una Copa Mundial, y nuevamente exprimiéndose al máximo. El arquero Dominik Livakovic atajó tres penales para que Croacia derrotase el lunes 3-0 a Japón en una tanda desde los 12 pasos, con lo que los subcampeones del torneo de 2018 alcanzaron los cuartos de final. En su marcha a la final hace cuatro años, Croacia disputó prórrogas en cada ronda de la fase de eliminación directa y en dos ocasiones salió airosa en una ronda de penales. “La historia se repite", dijo sonriente el seleccionador croata Zlatko Dalic.
Esta vez, Mario Pasalic convirtió el penal decisivo para Croacia tras un empate 1-1 al cabo de los 90 minutos reglamentarios y los 30 de prórroga. Livakovic contuvo los disparos de Takumi Minamino, Kaoru Mitomo y Maya Yoshida. El arquero del Dínamo de Zagreb acaparó las palmas del plantel croata tras la tanda de penales. En 2018, Livakovic era el arquero suplente del titular Danijel Subasic. Asumió todo el protagonismo en el estadio Al Janoub al tirarse a la izquierda para contener el primer penal de los japoneses, por Takumi Minamino.
A continuación, se recostó hacia su derecha para repeler el remate de Kaoru Mitoma y otra vez a la derecha para atajar el disparo de Maya Yoshida, el cuarto de la tanda. Pasalic quedó entonces como el responsable de meter el penal decisivo. El suplente y el resto de los eufóricos croatas salieron despedidos en dirección de Livakovic tras clavar el balón en el fondo de la red. “Es la tradición croata", dijo Livakovic.
“Prolongo la tradición”.
Las similitudes con 2018 no acabaron ahí. Como en cada partido de la segunda ronda entonces, Croacia tuvo que remontar ante Japón cuando Daizen Maeda anotó a quemarropa a los 43. Ivan Perisic niveló el marcador al conectar un testarazo al centro de Dejan Lovren desde la derecha a los 57. Japón intentaba clasificarse a los cuartos de final por primera vez, pero se quedó corta otra vez, al igual como en 2002, 2010 y 2018.
El equipo asiático perdió ante Paraguay por penales en la ronda de octavos en 2010. Croacia, semifinalista en 1998, se las verá contra el ganador del duelo entre Brasil o Corea del Sur que se disputaba más tarde. A sus 37 años, el capitán croata Luka Modric — uno de los mejores volantes de su generación — tiene garantizado un partido más en un Mundial. “Era importante ganar como sea”, dijo Modric, alabando la figura de Livakovic: “Es un arquerazo”. Desde 1998, todos los partidos de Croacia en la ronda de eliminación directa en mundiales o la Eurocopa se definieron en prórrogas, salvo la final del Mundial de 2018 que perdieron ante Francia.
AP