El nigeriano Ifeanyi Augustine Nwoye participa en el combine internacional en Londres, el martes 4 de octubre de 2022 (AP/KIN CHEUNG)
Jason Godrick tiene planes de “dominar” la NFL como un integrante de la línea ofensiva. Pero hay un primer obstáculo en esa misión. “Nunca antes he jugado un partido organizado de fútbol americano”, confesó el nigeriano de 1,95 metros y 133 kilogramos (6 pies cinco pulgadas y 293 libras). “Tengo la bendición de aprender rápido y de ser un muy buen estudiante”.
El joven de 21 años, originario de Lagos y quien se identifica por el mote de “Chu”, figuró entre más de 40 prospectos de 13 países que compitieron el martes en el evento internacional combine, realizado en el estadio Tottenham Hotspur, a fin de que representantes de la liga evaluaran talentos. Mantequilla dice ha tenido perdidas desde que le bloquearon cuentas Todos los participantes esperaban unirse a un programa de la NFL, conocido como International Player Pathway.
Godrick se mudó del basquetbol al fútbol americano en enero —impresionó a los entrenadores con los videos que mostraban sus encestes. Unos meses después vio cómo su compatriota Roy Mbaeteka firmaba con los Giants de Nueva York pese a que no había jugado en la secundaria ni en la universidad.
“Roy es una gran inspiración para nosotros en mi país”, dijo Godrick acerca del tackle ofensivo de 2,05 metros y 145 kilos (seis pies nueve pulgadas y 320 libras). "En Nigeria fue algo grande el que lo hayan contratado. Mbaeteka, dado de baja por el equipo de prácticas de los Giants la semana anterior, había participado en el combine del año pasado en Londres y había obtenido una invitación al programa Pathway, cuyo alumno más notable es el australiano Jordan Mailata, miembro de la línea ofensiva de los Eagles de Filadelfia. Godrick, al igual que otros prospectos nigerianos que participaron el martes, lo hicieron por medio de un programa que opera el ex defensive end de los Giants, Osi Umenyiora.
El jugador, quien ganó dos veces el Super Bowl, estuvo presente en el estadio del Tottenham, donde su equipo anterior enfrenta el domingo a los Packers de Green Bay. “Ellos tienen la capacidad atlética, el tamaño y, en muchos casos, la velocidad.
Todo lo que necesitan es refinar su técnica”, dijo Umeniora, nacido en Gran Bretaña y quien pasó parte de su niñez en Nigeria. Un puñado de prospectos en el combine ha tenido algo de experiencia en universidades estadounidenses, pero muchos han jugado sólo en ligas o instituciones europeas o no lo han hecho jamás. Algunos tienen alrededor de 20 años. Muchos se dedican a otra cosa para ganarse la vida. Emmanuel Falola, linebacker exterior de los Aztecs de Bristol, es contador. Originario del Este de Londres, pidió el día libre para participar en el combine.
“Nunca me he tomado tiempo par prepararme. Lo he hecho mientras he seguido trabajando” dijo el joven de 24 años, quien probó suerte también el año pasado. Los seleccionados para el programa Pathway comenzarán a entrenar en Estados Unidos en enero y se unirán a los novatos en minicampamentos en mayo.
“No tenemos tanto tiempo, menos los chicos que vienen de otros deportes”, dijo Will Bryce, jefe de desarrollo de fútbol americano para NFL International. “Sus cuerpos tienen que cambiar. Están acostumbrados a jugar rugby o fútbol. Van a correr más, mientras que en el fútbol americano, lo importante es hacer sprints repetidos y jugar diferentes posiciones”.
Al igual que el año pasado, no hubo quarterbacks ni pateadores de despeje o goles de campo y puntos extra en el combine. La NFL enumeró a ocho participantes de Nigeria, el país con más representantes. El grupo incluyó a australianos, neozelandeses japoneses, panameños, mexicanos y varios jugadores de distintos países europeos.
AP