Los abogados del Gobierno de Australia aseguraron este domingo que el tenista serbio Novak Djokovic no recibió garantías de que se aceptaría su exención para ingresar en el país sin estar vacunado.
"No existe tal cosa como una garantía de entrada de un no ciudadano a Australia. Más bien, existen criterios y condiciones para la entrada, y razones para la denegación o cancelación de una visa" , sostienen los abogados del ministerio australiano del Interior en un documento presentado la noche del domingo ante el tribunal que estudia la deportación del tenista. El Tribunal de Circuito de Melbourne celebrará este lunes una vista para decidir si el número uno del mundo es deportado después de que las autoridades revocaran su visado el pasado miércoles por no estar vacunado.
El equipo legal de Djokovic, que sostiene que el jugador se contagió de la covid-19 el pasado diciembre, aseguró que este recibió a través de un coreo electrónico una evaluación del departamento de Interior de Australia en el que se decía que cumplía con los requisitos para ingresar al país sin cuarentena.
El documento presentado hoy por los abogados de Interior reconoce que las respuestas del solicitante indicaban que cumplía con los requisitos para viajar 'sin cuarentena' a Australia, pero que "esto no quiere decir que el ministro (o su delegado) no pudiera cuestionar a su llegada las respuestas o las pruebas en las que se basaron". El tenista número uno del mundo aterrizó en el aeropuerto de Melbourne el miércoles por la noche con el objetivo de participar en el Abierto de Australia, que se celebrará entre el 17 y el 30 de enero, pero las autoridades revocaron su visado por no estar vacunado, en medio de un gran revuelo internacional.
Los argumentos de los representantes del Gobierno de Australia se conocieron después de los abogados de Djokovic presentaran este sábado ante el tribunal un documento de 35 páginas en el que alegaron que el número uno del mundo recibió una exención médica para entrar en Australia sin vacunar al haberse contagiado de la covid-19 el pasado diciembre.
EFE.