Los hinchas que invadieron el encuentro liguero de este domingo entre el Niza y el Olympique de Marsella se arriesgan a una pena de prisión de hasta tres años y una multa de 45.000 euros, informó este lunes la Fiscalía francesa. La Fiscalía de Niza (sureste de Francia) detalló en un comunicado que se han abierto investigaciones que han resultado en varios cargos contra los sospechosos de haber lanzado objetos contra los jugadores del Marsella y, a continuación, haber invadido el terreno de juego del Allianz Arena de Niza.
La Fiscalía detalló los cargos por "entrada en un terreno de juego impidiendo el funcionamiento normal de una competición deportiva, lanzamiento de objetos que presentaron peligro para la seguridad, uso del mobiliario del estadio como proyectil, degradaciones graves y violencias voluntarias agravadas durante un torneo deportivo".
Si estos cargos quedan probados en un tribunal, los sospechosos podrá incurrir en una pena máxima de prisión de tres años, 45.000 euros de multa y la prohibición de entrar en un terreno deportivo durante cinco años. Las investigaciones abiertas fueron confiadas a los servicios de seguridad departamental de la prefectura de Alpes Marítimos, que utilizarán las imágenes de vídeo para identificar a los autores y depurar las responsabilidades de los incidentes entre las hinchadas de ambos equipos, así como la eventual responsabilidad de los jugadores y el cuerpo técnico de los dos clubes.
El episodio ha conmocionado a Francia, cuya ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, avisó de que "se ha superado una línea roja" por la que tendrá que haber sanciones. También ha iniciado su propia investigación la Liga de Fútbol Profesional, que ha convocado al Olympique de Marsella y al OGZ Niza a la reunión de la Comisión de Disciplina que el próximo miércoles analizará los incidentes, que en un comunicado califica como "graves".
Varios seguidores ultras de la tribuna sur del estadio de Niza lanzaron botellas de plástico a los jugadores del OM hasta que una de ellas impactó en el internacional francés Dimitri Payet, quien la envió de vuelta a la tribuna. A partir de ahí, numerosos aficionados locales saltaron al terreno de fuerza, pese a los esfuerzos del personal de seguridad para contenerlos, con la intención de agredir a los jugadores del Marsella. Jugadores y personal de ambos equipos se implicaron en la refriega y el partido se suspendió durante más de una hora.
El marcador en ese momento era de 1-0 en favor del Niza. La LFP decidió que se reanudara el partido, pero los jugadores del OM, respaldados por su presidente, el español Pablo Longoria, decidieron no volver ya que consideraban que su seguridad no estaba garantizada. "Nuestra seguridad simplemente no estaba garantizada (…) Estamos muy conmocionados por lo que pasó. Para nosotros, era inadmisible que los hinchas entrasen en el campo así", dijo el capitán del Marsella, el meta Steve Mandanda, en unas declaraciones difundidas este lunes por el club. En principio, la LFP debería declarar perdedor del encuentro al Marsella por haberse negado a continuar.
EFE