El entrenador en jefe de los Redskins de Washington, Ron Rivera (AP FOTO/ALEX BRANDON, ARCHIVO)
WASHINGTON— Los Redskins de Washington iniciaron el viernes una “revisión exhaustiva” de su nombre, un paso importante hacia cambiar lo que expertos y apologistas consideran un “epíteto racista definido en el diccionario”.
El dueño del equipo, Dan Snyder, no había dado indicios de estar dispuesto a abandonar el nombre de Redskins, que significa “pieles rojas', desde que adquirió la franquicia en 1999. Pero el reciente debate a nivel nacional sobre el racismo sistémico ha reavivado los exhortos a favor del cambio de nombre y ha generado que patrocinadores del equipo alcen la voz. Con el respaldo de la NFL, el movimiento finalmente podría llevar a un nuevo apodo para una franquicia que desde hace tiempo no ha tenido éxito luego de alzar títulos de Super Bowl.
“En las últimas semanas hemos tenido conversaciones en curso con Dan, y somos partidarios de este paso importante”, dijo el comisionado Roger Goodell. En un comunicado, el equipo indicó que los sucesos recientes en todo Estados Unidos y la retroalimentación de la comunidad ocasionaron una revisión formal del nombre. “Este proceso permite que el equipo tome en consideración no solo la orgullosa tradición e historia de la franquicia, sino la participación de nuestros exjugadores, la organización, los patrocinadores, la NFL y la comunidad local que estamos orgullosos de representar dentro y fuera de la cancha”, declaró Snyder.
Grupos en defensa de los derechos de los indígenas norteamericanos han tratado durante décadas de que el equipo cambie de nombre, y un estudio constatado por la Universidad de California en Berkeley dado a conocer a principios de este año reveló que 67% de los encuestados que se identificaban como indígenas estaban de acuerdo o coincidían enormemente que el nombre de Redskins era ofensivo. La muerte de George Floyd en Minnesota y otros ejemplos de la brutalidad policial contra afroestadounidenses en Estados Unidos causaron protestas a nivel mundial y cambios de varias marcas consideradas racialmente insensibles.
Cuando se le preguntó si Snyder sopesaba la posibilidad de cambiar el nombre, un portavoz dijo el mes pasado que el equipo no tenía comentarios al respecto. Pero esta semana arcó un posible cambio de rumbo al respecto, cuando los inversionistas se dirigieron a FedEx, PepsiCo y otros patrocinadores con la esperanza de que ellos pudieran influir en la medida. FedEx primero en actuar abiertamente. Como patrocinador del nombre del estadio del equipo en Landover Maryland, FedEx informó el jueves en un comunicado que “hemos comunicado al equipo en Washington nuestra solicitud de que cambie el nombre del conjunto”.
La compañía pagó al equipo 205 millones de dólares en 1999 por los derechos del nombre en el estadio FedEx Field en Landover, Maryland. Además del nombre del estadio y un acuerdo de patrocinio, el director general de FedEx, Frederik Smith, es dueño minoritario del equipo.
El jueves por la noche, Nike pareció retirar todos los artículos de los Redskins de su tienda en internet. Los otros 31 equipos aparecían mencionados, pero una búsqueda de Washington no arrojó resultados. Nike no ha respondido de momento a varios mensajes en busca de declaraciones sobre la situación. PepsiCo tampoco ha dado respuesta por ahora a un correo electrónico del viernes en que se solicitaba comentarios. El entrenador en jefe Ron Rivera, quien recientemente había dicho en una entrevista por radio que ahora no es el momento adecuado para discutir un cambio de nombre, lo consideró “un asunto de importancia personal”.
Rivera, de ascendencia mexicana y puertorriqueña, es el único entrenador en jefe de origen hispano en la NFL actualmente y agregó que trabajará de cerca con Snyder durante el proceso.
La alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, señaló también que el nombre era un “obstáculo” para la construcción de un nuevo estadio del equipo en el Distrito de Columbia. El actual contrato de arrendamiento del equipo en el FedEx Field expira en 2027, y el viejo Estadio RFK en Washington es una de varias opciones como nueva sede del equipo, al igual que instalaciones en Virginia y Maryland.
AP