El italiano Giuseppe Ottaviani, el atleta veterano más longevo de la historia, que hace solo dos años se colgó tres medallas de oro en los Europeos de Madrid, ha fallecido este domingo a la edad de 104 en Sant'Ippolito (Pésaro y Urbino), donde había nacido el 20 de mayo de 1916. El antiguo sastre tuvo una carrera brillante en el atletismo veterano y en los últimos nueve años, dada su condición provecta, carecía de rivales, circunstancia que le garantizaba no sólo abundantes medallas de oro, sino también plusmarcas mundiales en su categoría.
En 2011 logró sus primeros récords mundiales M95 (mayores de 95 años) en salto de longitud y triple, y en 2014 se convirtió en el atleta italiano con el mayor número de victorias en un solo evento del campeonato mundial: 10 medallas de oro en Mundial Máster de Budapest.
«Fue uno extraordinario ejemplo de longevidad activa", resalta la Federación Italiana de Atletismo, "conquistando títulos y récords mundiales de categoría», según informa el Corriere della Sera. En marzo de 2018 Ottaviani tuvo el honor de encabezar el escalafón por edades en los Campeonatos de Europa Masters de Madrid.
El atleta calabrés practicaba once disciplinas atléticas, pero en Madrid, por razones de programa, sólo pudo participar en tres: salto de longitud y triple y lanzamiento de peso de tres kilos.
Era el único centenario entre los 3.844 atletas inscritos (todos mayores de 35 años) y llegaba a Madrid con estas marcas de ese año: corría los 60 metros en 19.25 segundos; saltaba 1,16 metros en longitud y 3,27 en triple, y lanzaba la bola de 3 kilos a 3,17 metros. Ottaviani llegó a la capital española precedido de una merecida fama de puntilloso y su ambición le llevó a presentar sus quejas a los organizadores, reclamando, sin éxito, una modificación del programa de competición para poder competir en más pruebas.
Gano su primera medalla de oro madrileña en longitud con un salto de 85 centímetros, a dos meses de cumplir 102 años. Para ganar los títulos sólo necesitaba hacer una marca válida en las pruebas en que participaba, porque competía solo, como único centenario (M100).
Ottaviani hizo su registro ganador en su primer salto: 0,85 metros. En el segundo bajó a 0,81, descansó en el tercer turno, saltó 0,57 en el cuarto, volvió a renunciar en el sexto y acabó con otro de 81 centímetros. Al día siguiente se colgó la segunda presea dorada al lanzar el peso de tres kilos a 3,31 metros.
El calabrés, que tiene el récord mundial de su edad con 4,43, realizó tres lanzamientos en la pista de Gallur: el primero, de 3,13 metros, el segundo de 3,31 y el tercero de 2,81. Al tercer día, la tercera medalla, con una marca de 2,18 metros en triple salto.
Fue el título más difícil de los tres, pues comenzó su concurso con tres nulos. Sólo en la cuarta ronda acertó a saltar esos 2,18 metros que le bastaron para hacerse con el título. Tenía el récord mundial de triple en la categoría de mayores de 100 años con una marca de 3,27 conseguida el año anterior en Ancona (Italia). Desde entonces no había vuelto a competir oficialmente. Como los buenos actores en el escenario, Ottaviani ha muerto casi sobre la misma pista.
EFE.