Jack Flaherty, de los Cardenales de San Luis, hace un lanzamiento en un interescuadras el jueves 9 de julio de 2020 (AP FOTO/JEFF ROBERSON)
Todo ha transcurrido con una notable discreción en el segundo capítulo de la pretemporada de los Cardenales de San Luis. Y lo ordinario llama la atención en estos tiempos. Los principales peloteros del club han seguido dando negativo de COVID-19, a una semana de que se inaugure la campaña abreviada.
San Luis no ha reportado lesiones que pudieran alterar drásticamente sus planes en cuanto a la rotación de abridores o el orden al bate. Y las pocas dudas que sí tenían en la primavera, como la forma en que emplearían a su vasto elenco de jardineros y a su bullpen, han encontrado respuesta en su mayoría.
“Sentimos como que estamos en un lugar donde el trabajo ha sido muy sólido y eficiente”, recalcó el manager Mike Shildt. “El mérito es de los jugadores. Han llegado concentrados, con la atención puesta en los detalles y con la capacidad de ejecutar lo que se requiera. Todo lo que hemos hecho hasta este momento en el campamento es realmente limpio”. Los Cardenales consideraban que su plantel era capaz de ganar la División Central de la Liga Nacional, cuando la pretemporada se detuvo por la pandemia de coronavirus. Ese optimismo no aminoró mientras los peloteros se ejercitaban en casa con la esperanza de rescatar algo de la temporada.
¿Cuál es la razón principal de estas altas expectativas? Su rotación de abridores figura entre las mejores de las Grandes Ligas. Los derechos Jake Flaherty, Dakota Hudson y Miles Mikolas han mostrado la capacidad de dominar por largos tramos. Adam Wainwright, quien no parece envejecer, aporta la experiencia en el clubhouse para un grupo por lo demás joven.
“A medida que se acercan estos juegos y que vamos realizando los interescuadras, vamos a ver una mejoría. Los chicos van a estar más afinados”, consideró Mikolas. “Pienso que va a ser divertido”. La mayor pregunta durante el receso entre campañas era cómo los Cardenales podrían reemplazar al jardinero y bateador dominicano Marcell Ozuna, quien se marchó a los Bravos de Atlanta.
La interrogante cobró relevancia ante la noticia de que los clubes de la Liga Nacional utilizarían también bateador designado en la campaña. Pero hay opciones, incluido un grupo de guardabosques jóvenes, que requieren turnos para progresar. El otro recién llegado al que valdrá la pena prestar la atención es el zurdo Kwang-Hyun Kim. El veterano lució la temporada anterior en la liga de Corea del Sur. Su versatilidad como abridor o relevista será útil durante esta temporada única.
AP