Manny Pacquiao, que sigue centrado estos días en su labor como senador filipino y una de las caras visibles de su país en la lucha contra el COVID-19, está empezando a mover fichas para elegir cuál será su siguiente paso en el mundo del boxeo. Actualmente, el campeón mundial por la WBA es la pieza más codiciada del peso wélter.
En los últimos días su expromotor Bob Arum aseguró que está en conversaciones para que Manny se enfrente a su campeón Terence Crawford en un combate de unificación, aunque Danny García, Spence y Mikey García no dejan de solicitar un duelo con el legendario Pac-Man.
Es más, Freddie Roach, con quien Manny volvió a unir su camino aunque ahora su entrenador principal sea su amigo Buboy Fernández, se atrevió a decir esta semana en una entrevista con DAZN que Pac-Man le ha dicho que quiere a Golovkin (que por cierto, parece más interesado en Kamil Szeremeta que en cerrar ya la trilogía con Canelo), para así coronarse en una novena categoría de peso, mientras que él prefiere a Mikey García.
Sea como fuere, podríamos estar ante la última pelea de Manny, siempre y cuando se lleven a cabo los planes que Bob Arum ha revelado que tiene el boxeador: ser presidente de Filipinas. "Le hice una llamada telefónica por Zoom y me dijo: 'Bob, voy a presentarme en 2022 y, cuando gane, te quiero allí en el día de mi toma de posesión".
El actual presidente Rodrigo Duarte, realizó en el pasado algún guiño a Manny, si bien es cierto que últimamente le ha instado a que se lo piense: "Cansarse es lo único que obtienes de este trabajo", advirtió a púgil y a su hija Sara Duterte, actual alcaldesa de Davao, que parece que también se postulará para presidenta en 2022. En los próximos días se espera que Pacquiao aclare su postura.
Según Mundo Deportivo
