El Leverkusen, a final de Copa de Alemania; vence a Saarbrücken Los jugadores del Bayer Leverkusen festejan tras vencer en la semifinal al Saarbrücken, por 3-0, el martes 9 de junio de 2020, en Völklingen (Ronald Wittek/Pool Photo via AP)
La marcha sin precedente del Saarbrücken de la cuarta división hasta las semifinales de la Copa de Alemania se cortó abruptamente el martes, con una derrota por 3-0 ante el Bayer Leverkusen en un estadio vacío. Debido a la pandemia de coronavirus, el Saarbrücken no pudo contar con los seguidores que lo habían alentado ruidosamente mientras eliminaba a otros cuatro clubes de divisiones superiores.
Se trata del primer equipo de la cuarta categoría que ha llegado a la ronda de los cuatro mejores en la copa. Leverkusen avanzó así a la final, algo que no conseguía desde 2009. Se medirá con el equipo que gane el cotejo de este miércoles entre el Bayern Múnich y el Eintracht de Fráncfort.
De imponerse en la final del 4 de julio en Berlín, Leverkusen conquistaría su primer trofeo desde 1993. Saarbrücken tuvo que ganar un torneo regional el año pasado tan sólo para clasificarse a esta edición de la copa. No había disputado partidos desde marzo, dado que su campaña en la liga regional del suroeste canceló la campaña por la crisis sanitaria mundial. La zaga lució oxidada, y Leverkusen capitalizó la situación. Primero, Kerem Demirbay envió un pase que Moussa Diaby persiguió, superando a una estática defensa, antes de enviar el balón a las redes.
El argentino Lucas Alario aprovechó otro regalo para hacer el segundo tanto. El arquero y un defensa del Saarbrücken no se hablaron y chocaron en un intento por cortar un centro. Karim Bellarabi hizo el 3-0 a los 58 minutos, después de que la zaga del Saarbrücken dudó demasiado en despejar un balón. Leverkusen tuvo el 80% de la posesión del esférico, mientras que los locales se replegaron durante largos periodos. “Dimos todo lo que teníamos”, comentó Daniel Batz, portero del Saarbrücken.
“Sabemos que hemos hecho mucho por nosotros, por el club y por los aficionados”. El estadio del Saarbrücken estaba en remodelación. Así, el club jugó en una sede cercana, que tiene graderíos sólo en las dos bandas. Detrás de una línea de meta hay árboles. “Las condiciones no se ajustaron mucho a las que acostumbramos, así que era importante seguir concentrados”, manifestó Sven Bender, del Leverkusen.
AP