La Euroliga, principal competición masculina continental de clubes de básquet, quedó suspendida definitivamente esta temporada, debido a la pandemia del coronavirus, que detuvo el torneo a seis jornadas del final de la campaña regular, anunció, este lunes en un comunicado, la instancia organizadora de la mismo. "Tras haber explorado todas las opciones posibles, el ejecutivo ha tomado la decisión de anular la Euroliga 2019/20, así como la Eurocup (segundo nivel continental)", explicó Euroleague Basketball, instancia encargada de las dos principales competiciones de básquet europeo.
"Es sin duda la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en 20 años de existencia. Por razones que escapan a nuestro control, nos hemos visto obligados a parar la competición más apasionante de la historia del básquet europeo", lamentó Jordi Bertomeu, patrón de Euroleague Basketball.
La Asociación de Jugadores de la Euroliga (ELPA) se pronunció muy mayoritariamente por suspender la temporada. Para intentar terminar la temporada interrumpida desde mediados de marzo debido a la pandemia del COVID-19, la instancia esperaba disputar los 54 últimos partidos de la campaña regular, así como una Final a 8, del 4 al 26 de julio en un sitio único. Un modelo que las ligas profesionales en América del Norte, como la NBA, intentan organizar para terminar sus temporadas.
Tras 28 jornadas de temporada regular, era Efes de Estambul quien ocupaba el primer puesto de la clasificación, con 24 victorias y 4 derrotas, delante de Real Madrid y Barcelona (22 triunfos).
Para la temporada 2020/21 de la Euroliga, los 18 clubes de esta temporada ahora anulada están clasificados. Ocho clubes, de 24, tienen ya su billete para la edición 2020/21 de la Eurocup, mientras que las otras 16 plazas serán atribuidas en función de sus resultados en los campeonatos nacionales. "En los meses venideros, tenemos una sola misión: hacer todo lo que esté en nuestro poder para ayudar a nuestra comunidad a volver más fuerte. Esto no es un fin, sino un nuevo inicio", concluyó Jordi Bertomeu.
AFP