El Hertha (10º) ganó por 4-0 al Unión (12º) en el derbi de Berlín, este viernes en el Estadio Olímpico de la capital alemana, sin espectadores debido a la pandemia de coronavirus, en el partido que levantó el telón de la 27ª fecha de la Bundesliga. Vedad Ibisevic (51), Dodi Lukebakio (52), el brasileño de 20 años Matheus Cunha (61) y Dedryck Boyata (77) firmaron la revancha del Hertha, batido por 1-0 en la ida, en el primer derbi en primera división entre ambos clubes.
Aquel duelo en noviembre quedó marcado por los fuegos artificiales, las bengalas y los enfrentamientos entre los hinchas. Todo lo contrario a lo sucedido este viernes, con una goleada sin ruido, en un Olímpico completamente vacío como testigo. "Hubiera sido fantástico jugar un partido así ante 75.000 espectadores, pero al menos espero que los fans hayan disfrutado viéndolo por la televisión", señaló el técnico del Hertha, Bruno Labbadia.
Como estaba previsto, se guardó un minuto de silencio por los fallecidos por el coronavirus, más de 8.000 en Alemania y al menos 335.000 en el mundo. Los jugadores de ambos equipos lucieron brazaletes negros. El mismo protocolo de duelo se mantendrá en el resto de partidos de la Bundesliga de este fin de semana, así como en los de la próxima fecha, que se disputará entre el martes y el miércoles.
- Ibisevic abre la cuenta -
Si la ida fue un carrusel de emociones, el partido de vuelta también tuvo su alma, a pesar del silencio. El Hertha mereció el triunfo, sumando varias opciones de gol ya en el primer tiempo; Lukebakio (18 y 47), Cunha (28 y 39). "En la primera parte jugamos muy bien ante un equipo muy bien organizado. Se lo dejé claro a mi equipo en el descanso porque estaban un poco negativos", añadió Labbadia. Fue el veterano bosnio Vedad Ibisevic, de 35 años, el que abrió la cuenta, con un bonito remate al inicio de la segunda parte.
Tras el saque de centro, Lukebakio hizo el 2-0, dejando casi sin opciones de remontada al Unión. Ahí fue cuando el coronavirus apareció como una presencia angustiosa. Mientras que sus compañeros se dejaban llevar por la emoción para abrazarlos, ambos goleadores tuvieron la misma actitud: Brazos extendidos delante de ellos haciendo señales de guardar la distancia… Incluso la frustración de no poder dar rienda suelta a la alegría se reflejaba en sus rostros y gestos. Ibisevic tocó los codos de sus compañeros y dio un cabezazo cariñoso en el pecho a uno de ellos.
El Hertha había estado en el centro de las críticas la semana pasada, cuando sus jugadores celebraron un tanto con contactos demasiados cercanos en tiempos de pandemia.
La Liga de Fútbol Alemana, cuya reanudación se sostiene en un frágil equilibrio ligado a un estricto protocolo sanitario, exige a los jugadores actitudes ejemplares en puntos como el distanciamiento social. Cunha y Boyata completaron la abultada venganza, permitiendo al Hertha remontar provisionalmente a la décima posición. Por el contrario, la situación se complica para el Unión.
Batido la semana pasada en su estadio por el líder Bayern Múnich (2-0), el equipo promocionado este año ha recibido seis tantos y no ha marcado en los dos duelos disputados desde la reanudación. Tras esta derrota, el club del este de Berlín, que jugaba en la primera división de la RDA comunista, es provisionalmente 12º, con siete puntos de ventaja sobre el primer equipo en zona de descenso, a la espera de lo que ocurra sábado y domingo. El líder Bayern Múnich recibe al Eintracht Fráncfort el sábado y su primer perseguidor, el Borussia Dortmund (a cuatro puntos), se desplaza a Wolfsburgo.
AFP