Con las competiciones paralizadas debido al Covid-19, desde los grandes clubes de fútbol brasileños a los más pequeños mostraron su cara más solidaria al poner a disposición de los órganos sanitarios sus instalaciones para luchar contra el virus. Por el momento, 12 de los 20 clubes de la Serie A, así como equipos de otras categorías pusieron sus instalaciones a disposición para luchar contra el coronavirus, que en Brasil deja 18 muertos y 1.128 casos confirmados.
En algunos casos, los clubes ofrecieron su estadio o centros de entrenamiento para que las autoridades instalen unidades de tratamiento a los enfermos por el virus o para que se instalen hospitales provisionales, puntos para donación de sangre y de vacunación. El gesto de los clubes ocurre en momentos en que las autoridades de estados como Sao Paulo y Río de Janeiro, los más afectados por la enfermedad, buscan espacios para instalar hospitales adicionales ante la perspectiva de que el sistema sanitario colapse en los próximos meses.
En Sao Paulo, donde se registran 15 muertes y 459 casos confirmados, los cuatro grandes clubes de la región se movilizaron para poner su granito de arena. El Corinthians puso a disposición su estadio, el mundialista Itaquerao, para donar sangre, mientras que ofreció su sede social y su centro de entrenamiento "para que las autoridades evalúen de qué forma podrán ser utilizados en el combate al avance de la enfermedad".
El Palmeiras cedió su estadio para la vacunación contra la gripe y el Sao Paulo permitirá que el gobierno estatal use el Morumbí y los centros de entrenamiento del primer equipo y del fútbol base. Por su parte, el Santos anunció que cedía uno de los salones en su estadio Vila Belmiro para que sea montado un hospital provisional. También en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, la Alcaldía anunció que instalará 200 camas en el estadio municipal de Pacaembú para desatascar los hospitales de la ciudad.
- Un partido difícil -
El ministerio de Salud prevé que la epidemia del covid-19 alcance su auge entre abril y junio, y que solo a partir de septiembre se registrará una caída acentuada de los casos. La perspectiva también preocupa en el estado Río de Janeiro, el segundo más castigado por el Covid-19. Sus grandes equipos, como el Flamengo y el Botafogo, también se pusieron a disposición de las autoridades. El Flamengo, vigente campeón de Sudamérica y equipo más popular de Brasil, expresó su solidaridad cediendo el estadio Maracaná y su pabellón contiguo, el Maracanazinho, además del pabellón que tiene en su sede social, a las autoridades sanitarias.
"En este momento sombrío, quería invitar a nuestra gran Nación Rojinegra a renovar la esperanza y trabajar por días mejores. Cuidemos de nuestros ancianos, ayudemos a los que más lo necesitan. Juntos, con la misma esperanza que nos mantiene animando, incluso en los momentos más complicados de los partidos", afirmó en una nota el presidente del Flamengo, Rodolfo Landim.
El Botafogo puso a disposición el estadio Olímpico Nilton Santos. En el sur de Brasil, el Athlético Paranaense de Curitiba cedió su estadio y su centro de entrenamiento, mientras que el Internacional de Porto Alegre, cuyo presidente dio positivo por el virus, puso a disposición de las autoridades su pabellón polideportivo y el centro de eventos del club. El Bahia de Salvador, así como el Fortaleza y el Ceará, equipos de la región noreste, dejarán que sus centros de entrenamiento sean usados en la lucha contra el Covid-19. "Esta lucha es de todos nosotros!", publicó el Ceará en las redes sociales.
En la región central, el Goiás colocó al servicio del gobierno regional su estadio, el Serrinha, para que las personas de más de 60 años y profesionales del área de salud puedan vacunarse contra la gripe común y eviten formar aglomeraciones en centros médicos.
AFP