La leyenda del baloncesto Kobe Bryant, quien murió en un accidente de helicóptero el pasado domingo en California, junto a su hija y otras siete personas, tenía un pacto con su esposa, lo que parece haber sido un triste presagio del accidente aéreo que acaba de acontecer.
Desde que el jugador de los Lakers comenzó a usar helicópteros para llegar más rápido a sus partidos y de esa forma poder pasar más tiempo con sus hijas, la pareja acordó que nunca volarían juntos en la misma aeronave. Así lo reveló una fuente a la revista People, quien aseguró que el titánico jugador, de 41 años, y su esposa, Vanessa Bryant, de 37, hicieron ese pacto, seguramente pensando en que algo así pudiera pasar y preocupados por el bienestar de sus cuatro hijas.
La misma fuente reveló a la revista que Kobe Bryant siempre volaba con el mismo piloto, Ara Zobayan, otro de los fallecidos en el siniestro. Sobre por qué se desplazaba en helicóptero, Kobe habló en 2018 con el exastro de Grandes Ligas, Alex Rodríguez, durante una entrevista.
“Tuve que averiguar la fórmula que me permitiera entrenar y seguir enfocado, pero sin comprometer el tiempo de calidad con mi familia”. “Así fue que comencé a desplazarme en helicópteros, para ser capaz de llegar de un lado a otro en quince minutos”, aseguró Kobe.
Los fallecidos en el siniestro Además de Kobe Bryant y su hija “Gigi”, también murieron el entrenador de béisbol de la Universidad de Orange Coast, John Altobelli, su esposa Keri y su hija, Alyssa, que jugaba en el mismo equipo que Gianna. Además, la entrenadora de baloncesto, Christina Mauser; otra compañera del equipo y su madre, Payton y Sarah Chester; y el piloto, Ara Zobayan.
El piloto del vuelo recibió autorización para volar bajo las Reglas Especiales Visuales de Vuelo (SVFR, en sus siglas en inglés), según una conversación de la torre de control de tráfico aéreo con él, capturada por el sitio web liveatc.net y de la que han hecho eco varios medios estadounidenses. El permiso SVFR faculta que un piloto vuele en condiciones climáticas peores que las permitidas para las Reglas de Vuelo Visual Estándar (VFR, en sus siglas en inglés).
En los últimos segundos de la grabación de la conversación, el piloto pidió un “seguimiento de vuelo”, un servicio en el que los controladores tienen un contacto regular con el helicóptero por las malas condiciones meteorológicas. Posteriormente, el aparato perdió la conexión.
DIARIO LIBRE