Alyssa Nakken, coach de los Gigantes de San Francisco, posa en el Oracle Park de San Francisco, el jueves 6 de febrero de 2020 (AP/JEFF CHIU)
Alyssa Nakken echó un vistazo a través de una ventana, en la parte alta del graderío del parque. Sonrió, al ver la Bahía McCovey en un día esplendoroso. Tiene el honor de enfrentar el reto -con la responsabilidad que conlleva-, como la primera mujer que ocupa un puesto de coach en las Grandes Ligas. El mes pasado, se incorporó al personal del nuevo manager de los Gigantes de San Francisco, Gabe Kapler.
“Me siento más cómoda en el terreno de béisbol”, confesó. Es bueno que piense eso, dado que pasará incontables horas ahí durante los próximos ocho meses. Vestirá el uniforme de los Gigantes y tratará de ayudarlos en varias labores, desde el trabajo en la jaula de bateo hasta las prácticas de fildeo.
Para Nakken, el hecho de hacer historia implica estar lista cada día para causar un impacto de una manera distinta, haciendo caso omiso a las críticas y a cualquiera que considere inadecuada su presencia en el béisbol tan sólo por su género. “No hay marcha atrás ahora. Estamos en esto”, dijo. “Aquí vamos”. Nakken acepta su papel como un ejemplo para las niñas y mujeres que sueñan con trabajar en el béisbol. “Es algo importante. Percibo un gran sentido de responsabilidad, y es mi trabajo honrar a quienes me han ayudado a llegar adonde estoy”, valoró.
Kapler y el presidente de operaciones deportivas de los Gigantes, Farhan Zaidi, han depositado toda su confianza en la capacidad de Nakken para ayudar a imprimir continuidad en el clubhouse, mediante una relación más estrecha entre los peloteros jóvenes y los veteranos.
“Pienso que lo que me dificulta expresar esto con palabras es que, durante el proceso de entrevistas y en la oportunidad de conocer un poco más a Gabe y a Farhan, esto nunca fue un tema”, aseveró Nakken. “Jamás se trató de que yo fuera mujer o fuera la primera. “Más bien se dijo: ‘¡Hey, tenemos un nuevo personal, hay muchas cosas que están ocurriendo, necesitamos que alguien venga acá y cause un impacto en el clubhouse, para este personal, para el equipo y para ayudarnos a ganar! Alguien que sepa de béisbol, que comunique bien, que pueda construir buenas relaciones y confianza. De eso se habló”.
Con buena retórica y deseos para ocultar cualquier rasgo de nerviosismo, Nakken ha tomado pronto la iniciativa. Esta semana, organizó un retiro de dos días para los coaches, que incluyó una “experiencia culinaria”, algo más que un “tour de comida”, contó.
La experiencia se realizó en el histórico y diverso distrito Mission de San Francisco. “Y que quede registro: Gané el torneo de póquer”, aseguró. Recibió un saludo expresivo de Buce Bochy el jueves, cuando ambos se encontraron. Bochy es actualmente un asesor prominente de la franquicia. Nakken no se jacta de ser una experta en bateo o pitcheo. Prevé ayudar a los coaches encargados de esos aspectos del juego, y trabajará mucho en la defensa en los jardines y en el corrido de bases.
Aunque vestirá el uniforme, no estará en el dugout durante los encuentros. Más bien trabajará con los peloteros en la jaula a fin de que afinen el bateo. Se siente hasta ahora bienvenida entre los jugadores, a una semana de que comiencen los entrenamientos de pretemporada. Lindsay Gottlieb, coach asistente de los Cavaliers de Cleveland, confía en que Nakken allane el camino para que más mujeres ocupen empleos prominentes en el béisbol.
“Son grandes noticias para los Gigantes y para el béisbol”, opinó Gottlieb. “Cualquier organización se beneficia de la diversidad de opiniones y experiencias, y el béisbol no es distinto. No conozco a Alyssa, pero estoy segura de que será una incorporación fantástica para el personal de los Gigantes.
A su vez, ello podría hacer que la contratación de mujeres en el béisbol sea algo que todos consideren para garantizar que cuenten con el mejor personal posible”. En la NBA hay varias coaches asistentes. En la NFL, los 49ers de San Francisco, que cayeron recién en el Super Bowl ante Kansas City, cuentan con Katie Sowers como asistente ofensiva. Sowers fue la primera mujer y persona abiertamente gay que ha laborado en un Super Bowl.
AP