Al Horford, que no suele salirle del discurso diplomático ante las cámaras, rompió esa costumbre y a finales de diciembre confesó: “Ofen- sivamente, estoy muy limitado con las cosas que puedo hacer. Así que no puedo controlar eso”. Esta semana su nombre sonó de buenas fuentes para ser cambiado, ante la falta de encaje en unos Sixers con opciones serias. Un intercambio por Kevin Love desde Cleveland fue el rumor que más ruido hizo.
¿Demasiado temprano para determinar que el proyecto de casi US$100 millones garantizados no funcionará? Ese panorama puede cambiar. La lesión en el dedo anular de la mano izquierda sufrida el lunes por el centro camerunés Joel Embiid pone en jaque los planes en Filadelfia.
Las líneas generales no dicen que Horford, a sus 33 años, haya sufrido un descenso importante ni en sus disparos,ni en producción con relación al último lustro. Hace 11.2 tiros por juego (en su prime hacía 12.5), en ese entorno “limitado” promedia 12.4 puntos, mientras que el curso pasado en Boston encestaba 13.6 y su total de rebotes apenas cede décimas hasta 6.5 desde los 6.7.
Tira más de tres que nunca, si bien su porcentaje ha bajado a la frontera de un lanzador promedio. Pero esos 23.4 puntos, 12.3 rebotes y 3.3 asistencias que aportaba Embiid hay que suministrarlo y todo luce indicar que el dirigente Brett Brown apelará con más responsabilidad del dominicano, en un equipo donde Tobías Harris, Ben Simmons y Josh Robinson son las primeras opciones.
Nathanael Pérez Neró – DIARIO LIBRE