Bueno, al menos hay que dar a Ben Simmons y el resto de los 76ers crédito por su honestidad. No intentaron ocultar que tuvieron lentitud con el balón — 21 pérdidas de pelota, 15 en conjunto entre Simmons y Joel Embiid— o que su defensiva estuvo tibia —por permitir que un oponente hiciera una docena de intentos para triple en la primera mitad— o que su exhibición en general fuera “terrible” como dijo Tobías Harris.
Los Sixers han estado jugando en casa últimamente y no han podido tener actuaciones congruentes de visitantes. El revés más reciente para el equipo que tiene serias aspiraciones para la postemporada fue la derrota por 119-113 que los Wizards de Washington les propinaron el jueves en la noche a pesar de que los locales pasan por una mala racha. “Creo”, dijo Simmons, “vinimos demasiado relajados”. Los Sixers acumulan foja de 5-7 de visitantes y de 10-0 de locales esta campaña, a pesar de los 33 puntos de Harris, 26 unidades de Embiid que también logró 21 tableros, su cifra más alta de la campaña, y los 17 tantos y 10 asistencias de Simmons.
AP