El domingo se cumplieron seis años del accidente de esquí de Michael Schumacher en la estación alpina de Meribel. El misterio sigue rodeando al estado de salud del heptacampeón mundial de Fórmula 1, especialmente tras el enigmático mensaje lanzado la pasada semana por su esposa Corinna:
"Las cosas grandes empiezan siempre con pequeños pasos. Muchas partículas pequeñas pueden formar un gran mosaico", comentó a los aficionados que lanzaron una página de apoyo llamada Keep Fighting Michael. Unos días después de estas palabras de Corinna, el prestigioso neurocirujano Nicola Acciarri ofreció algunas pistas del posible estado del Kaiser, tratado con todas las atenciones médicas en su casa suiza de Gland.
"Debemos imaginar a alguien muy diferente de quien recordamos en los circuitos", reveló el médico italiano al portal motorsport.com. Acciarri, gran aficionado a la Fórmula 1, se refiere también a "un marco orgánico, muscular y esquelético muy cambiado y deteriorado" a causa del "trauma cerebral" sufrido tras el impacto contra una roca. Asimismo, el cirujano del Hospital Bellaria de Bolonia habla de una "atención de 360 grados".
CÉLULAS MADRE
Estos cuidados continuos, según detalló Acciarri, afectan especialmente a las sesiones de fisioterapia contra "la atrofia muscular, la alteración de los tendones, la osteoporosis e incluso las alteraciones orgánicas".
Hay que recordar que el pasado septiembre, Schumacher fue trasladado a París para ser ingresado durante unas horas en el Hospital Georges-Pompidou. Según el diario Le Parisien, todo se debía a un revolucionario tratamiento con células madre. Sin embargo, Acciarri tampoco quiso ser demasiado optimista al respecto. "Hoy en día este tipo de terapias con células madre son experimentales. No hay nada concreto y generalizado", refrendó sobre el trabajo del cirujano cardiaco Philippe Menasché.
EL MUNDO