El número de peloteros de las Grandes Ligas a quienes se otorgó una exención para tomar drogas en casos de trastorno por déficit de atención con hiperactividad cayó a su nivel más bajo desde que comenzaron a emitirse reportes anuales al respecto en 2008.
Los resultados están incluidos en el informe entregado el lunes por Thomas Martin, encargado independiente del programa de las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros contra el consumo de drogas. Hubo 91 exenciones terapéuticas para drogas destinadas a tratar estos trastornos en el año que concluyó con la Serie Mundial de 2019. Antes, las cifras más bajas correspondían a 2018 con 101 exenciones y a 2017 con 103.
Las exenciones para trastornos de hiperactividad habían oscilado de 105 a 119 al año entre 2008 y 2016. Ello llevó a que algunos consideraran que eran muy laxos los criterios para otorgarlas. Las drogas prescritas para tratar estos desórdenes suelen contener anfetaminas y metilfenidato, estimulantes que figuran en la lista de sustancias prohibidas en el béisbol El mayor número de exenciones terapéuticas que se conceden en las mayores corresponde a casos de déficit de atención. En el último año hubo sólo tres para otros problemas: una para hipersomnia, otra para hipogonadismo y una más para insuficiencia renal.
Dan Halem, vicecomisionado de las Grandes Ligas, ha dicho que distintos expertos sostienen que los mencionados trastornos son más frecuentes en adultos jóvenes que en la población en general. Ni Halem ni el sindicato respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios sobre el reporte. Los análisis antidopaje totales aumentaron a 11.619, incluidas 9.332 muestras de orina para detectar sustancias que mejoraran el rendimiento, estimulantes y dehidroepiandrosterona (DHEA).
Asimismo, se tomaron 2.287 muestras de sangre para detectar la hormona del crecimiento humano. El total es ligeramente mayor al de 11.526 análisis realizados en el año que terminó con la Serie Mundial de 2018. Las Grandes Ligas y el sindicato negocian la posibilidad de añadir análisis para detectar opioides. Las conversaciones sobre el tema comenzaron después del 1 de julio, cuando falleció el lanzador de los Angelinos de Los Ángeles, Tyler Skaggs, a los 27 años, dentro de su habitación de hotel en el área metropolitana de Dallas.
El forense del condado de Tarrant informó que Skaggs murió ahogado con su propio vómito tras consumir una mezcla tóxica de alcohol con los analgésicos fentanilo y oxicodona. En el reporte del año próximo, se revelará cuántos análisis se realizaron en los meses en que no había temporada durante los cinco años previos. Ocho peloteros fueron suspendidos bajo el programa antidrogas de las mayores en el último año, incluidos siete por 80 juegos tras dar positivo de sustancias para mejorar el desempeño.
Se trató de los lanzadores Steven Wright, de Boston; Eric Skoglund, de Kansas City; el dominicano Francis Martes, de Houston; Logan Webb, de San Francisco, y Frankie Montas, de Oakland, así como del receptor Mirke Marjama, quien era agente libre, y del pelotero de cuadro Tim Beckham, de Seattle.
El dominicano Michael Pineda, lanzador de Minnesota, fue suspendido 60 juegos en septiembre, por el consumo de un diurético prohibido. Cuarenta y seis jugadores han sido suspendidos este año bajo al programa de las ligas menores, que incluye prohibiciones para drogas como la marihuana o la cocaína tras un segundo resultado positivo. Los opioides están también en esa categoría bajo el programa de las menores.
AP