Un hombre que se encontraba en la cueva de los Astros de Houston, sin portar el uniforme del equipo, fue alcanzado por un pelotazo de foul el domingo durante el segundo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
El lesionado debió abandonar el parque, con una toalla en la cabeza, tras ser golpeado por la pelota que había bateado Michael Brantley, de Houston. Se desconoce quién era la persona lastimada, pero se descarta que haya sido pelotero o coach del club local. La cadena Fox, que transmitía el juego, indicó que se trata de un guardia de seguridad. Un portavoz del equipo informó que no tenía detalles sobre el estado de la persona golpeada.
El encuentro entre los Astros y los Yanquis de Nueva York se detuvo brevemente después del pelotazo en el quinto inning. El manager AJ Hinch ingresó en el terreno para confortar a Brantley, quien se hallaba visiblemente preocupado.
Las imágenes de la TV mostraron a varios peloteros de los Astros en el dugout, con gestos de consternación, lo mismo que a algunos jugadores visitantes que alcanzaron a ver lo ocurrido. El puertorriqueño Carlos Correa y George Springer, de Houston, se llevaron las manos a la cabeza, segundos después de que la pelota entró en la cueva. El encuentro se reanudó un par de minutos después, y Brantley se ponchó, aunque llegó a la inicial por un lanzamiento descontrolado de Adam Ottavino.
A comienzos de este año, los Astros extendieron la red protectora del Minute Maid Park, a fin de abarcar una mayor área del graderío. Sin embargo, no existe una protección semejante en los dugouts. La medida de extender la red se tomó después de que una niña de 2 años sufrió una fractura de cráneo en mayo, al ser alcanzada por una pelota de foul durante un encuentro en Houston.
AP