San Kendricks, durante la final de pértiga. AFP
El estadounidense Sam Kendricks y el sueco Armand Duplantis mantuvieron un nuevo duelo, y ya van 18 entre ambos, para decidir casi en los 6 metros quién se proclamaba en Doha nuevo campeón del mundo de pértiga. Salió vencedor el americano, que revalidó el título mundial que logró hace dos años en Londres, primer atleta en lograrlo desde los años de Bubka.Y durante momentos, casi no pareció la final de un Mundial, sino el juego entre dos niños en el patio de un colegio. Los 5,80 metros resultaron la principal criba de la final.
Esa altura la salvaron tres atletas: el polaco Piotr Lisek, Sam Kendricks y Armand Duplantis. Sólo quedaba conocer el orden de subida al podio. El estadounidense estuvo en la cuerda floja sobre 5,87. Superó el listón a la tercera, cuando sus rivales lo habían hecho en su segundo intento. Pero en 5,92 las tornas cambiaron. Kendricks, bronce olímpico en Río, solventó la altura a la primera, tirando de los galones y marcas que le han aupado al liderato en el ranking mundial del año.
Tras dos nulos, Duplantis, con el acné propio de los adolescentes y el talento que le augura un gran futuro con sólo 19 años, saltó con solvencia esa altura a la tercera y el polaco, tras un intento fallido, prefirió apostar por subir el listón a 5,97, aunque tampoco logró que se mantuviera intacto.El duelo entonces pasó de los 6 metros, sobre 6,02. Pero los tres nulos de Duplantis, que este año había saltado 6,00 metros, le dio el oro a Kendricks, gracias a haber superado sin nulos la altura anterior.
Más allá de la pértiga, en la última final de la jornada, el estadounidense Noah Lyles ganó sin estridencias la final de los 200 metros con un tiempo de 19.83. No asombró el velocista, como ya hiciera a mediados de julio en Laussane con aquellos 19.50 con los que se colocó líder mundial del año.
Lyles, el que parece haberse convertido en el sucesor de Bolt hasta en la animación previa a las carreras -con su pelo plateado y sus bailes con la música de sus cascos mientras calienta-, prefirió firmar el oro con registros mortales, para sumar su primera medalla mundial absoluta.Completaron el podio el canadiense Andre de Grasse (19.95) y el ecuatoriano Alex Quiñónez (19.98), mientras que el turco Ramil Guliyev, que defendía título, quedó fuera del podio, quinto con 20.07.
En la final femenina de jabalina el oro fue para la australiana Kelsey-Lee Barber, con un mejor lanzamiento, en el último intento, de 66,56. La acompañaron en el podio las chinas Liu (65,88) y Lyu (65,49).
B. Fleitas Marca
