La medallista de oro Dalilah Muhammad, de los Estados Unidos, posa junto a la pizarra luego de establecer un nuevo récord mundial en la final femenina de 400 metros con obstáculos (AP / MARTIN MEISSNER)
Dalilah Muhammad batió por segunda vez el récord mundial de los 400 metros con vallas femeninos cuando el viernes cronometró 52.16 segundos al proclamarse campeona en el Mundial de atletismo. Muhammad derrotó por estrecho margen a su compatriota estadounidense Sydney McLaughlin.
Cumplidos los 29 años para consolidarse, Muhammad no tenía patrocinador y se quedó sin boleto para los Juegos Olímpicos de Londres hace siete. Ejecutó una carrera sublime para tumbar un récord que había estado 15 sin ser tocado hasta que lo hizo en el campeonato nacional en julio. Necesitó de cada fracción, estirándose en la meta para superar por apenas siete centésimas a Sydney McLaughlin, de 20 años, y cuyo registro de 52.23 hubiera sido el récord mundial hace sólo 10 semanas atrás.
“Los records mundiales cuando se tiene semejante talento en una carrera”, dijo Muhammad. “Sabía que iba a ser una carrera rápida, pero no tan rápida”. McLaughlin había dado alcance a Muhammad en la segunda curva, pero Muhammad aceleró en los últimos 50 metros.
La jamaiquina Rushell Clayton se llevó el bronce con 53.74. Ashley Spencer, ganadora del bronce en los Juegos Olímpico de Río 2016, parecía perfilarse para asegurar un monopolio estadounidense en el podio — algo que ningún país ha logrado en este Mundial — pero se rezagó en la recta final y quedó sexta. Aunque el resto de las competidoras se tiró en la pista tras completar la agotadora vuelta, Muhammad se inclinó un momento, tomó aire y se dirigió hacia el césped. Se arrodilló para que la fotografiaran cerca del reloj en la línea de meta que indicaba “MARCA MUNDIAL” con letras en un fondo rojo.
El registro “52.16” pasará a la historia y durará lo que tenga que durar. Muhammad dijo que la barrera de los 52 segundos será superada en esta prueba si no por ella por alguien más. Su duelo con McLaughlin será uno de los más interesante en los Juegos Olímpicos de Tokio del año entrante. “Sydney es joven. Estará presente el resto de mi carrera”, declaró Muhammad. “Intentaré seguir adelante y ver qué es posible”.
Después de su decepcionante 2012, la oriunda de Nueva York que asistió a la Universidad del Sur de California, ganó una medalla de plata en 2013, después consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de Río y otra medalla de plata en el Mundial de 2017. Muhammad competirá en Tokio como campeona olímpica, campeona mundial y dueña de una marca mundial.
AP