Coco Gauff derramó las primeras lágrimas, cuando el primer Abierto de Estados Unidos de la quinceañera llegó a su fin ante la campeona vigente y número uno mundial Naomi Osaka. Luego fue el turno de Osaka para ponerse a llorar, poco después de consolar a Gauff con un abrazo y darle aliento la noche del sábado.
Gauff ya había generado furor con su avance a la segunda semana en Wimbledon en julio y por convertirse en la mujer más joven en ganar dos partidos en Flushing Meadows desde 1996. Pero en este anticipado partido bajo las luces en el estadio Arthur Ashe acabó 6-3, 6-0 a favor de Osaka, la prodigio estadounidense lució como lo que es exactamente: una inmensamente talentosa jugadora que está aprendiendo a codearse en la élite del tenis.
Gauff despidió saques que alcanzaron las 119m mph pero también cometió siete doble faltas. Reaccionó tras un mal comienzo para acercarse 4-3 en el primer set, pero acabó perdiendo en fila los últimos ocho juegos. “Me ha dicho que estuve increíble”, dijo Gauff en una inusual entrevista a pie de cancha con la perdedora del partido, algo que fue iniciativa de Osaka, consciente de que todo el estadio lleno apoyaba a su rival. “Aprenderé de este partido”, indicó Gauff. “Ella se portó tan dulce conmigo”.
Las ventajas de Osaka en cuanto a edad — tiene 21 años — y logros — campeona de dos torneos de Grand Slam, incluyendo el Abierto de Australia en enero — incidieron. También su precisión, imponiéndose 24-8 en golpes ganadores. “En mi caso, este ha sido el partido en el que más enfocada he estado desde Australia”, dijo Osaka, quien ha tenido una temporada de altibajos tras adjudicarse ese título.
Refiriéndose a Gauff, añadió: “lamento mucho haberte enfrentado con este tipo de mentalidad”. Cuando todo acabó, luego de escasos 65 minutos, Gauff se fue hacia un costado de la cancha. Osaka se le acercó y charlaron brevemente. Las dos residen en Florida y se conocen desde unos años. Sus padres son amigos.
“Llevo viéndola jugar durante tanto tiempo”, dijo Osaka. “Tenía claro que debía entrar enchufada”. A primera hora, la estadounidense Taylor Townsend avanzó a los octavos de final del US Open por primera vez, al vencer 7-5, 6-2 a la rumana Sorana Cirstea. Dos días después de eliminar sorpresivamente a la campeona de Wimbledon Simona Halep, otra rumana, Townsend mantuvo su juego agresivo y atacó reiteradamente la red para definir puntos con voleas y smashes.
AP