Francia se colgó su segunda medalla de bronce consecutiva en el Mundial de básquetbol masculino, dominando a Australia por 67 a 59, este domingo en Pekín. Los galos, que habían subido al podio mundial por primera vez en la anterior edición en España en 2014, consiguieron remontar un partido que se les había complicado y en el que fueron 15 puntos abajo en el tercer cuarto.
"Estamos contentos porque supimos reaccionar. Evidentemente, nos hubiera gustado jugar la final. Pero esto está bien para el básquet francés, para todos los jugadores, también para los que jugaron las eliminatorias. Está bien ganar una segunda medalla", valoró el capitán de los Bleus, Nicolas Batum. Australia se queda en cuarta posición por segundo gran evento consecutivo, después de haber perdido también el duelo por el bronce en los Juegos Olímpicos de Rio-2016. En semifinales, Francia, que había sorprendido en cuartos al vigente campeón Estados Unidos, había sido eliminada por Argentina (80-66) y Australia había caído contra España (95-88).
Por otra parte, la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) anunció la apertura de un expediente disciplinario contra el australiano Andrew Bogut por gestos y declaraciones insinuando que los árbitros favorecieron a España en la semifinal. El pívot de 34 años se había frotado los dedos, haciendo una señal referente al dinero, después de una falta pitada contra él por los árbitros. Insinuaba así que los árbitros habían sido comprados, según la interpretación general de la prensa internacional.
El campeón de la NBA 2015 con Golden State dedicó duras palabras después contra los españoles y contra la FIBA a su paso por la zona mixta, el lugar en el que jugadores y periodistas coinciden tras el final del partido. "No es fácil contener las emociones cuando pasas por la zona mixta", admitió el secretario general de la FIBA, Andreas Zagklis, en conferencia de prensa. "Al mismo tiempo, tenemos principios y valores, ya que no representamos únicamente a la FIBA, sino también al básquet", añadió.
AFP
