Las Grandes Ligas han entrado a la era del todo o nada. Una cifra sin precedentes de cuatro equipos alcanzó la barrera de 100 victorias en la misma temporada. Cuatro equipos perdieron al menos 100 juegos por segunda vez. En medio de numerosas quejas de pelotas modificadas, los bateadores destrozaron el récord de jonrones por segunda ocasión en tres temporadas. Y con la complicidad de bateadores ávidos de conectar lo más lejos posible para superar las formaciones especiales en defensa, los ponches fijaron un récord por 12do año seguido y sobrepasaron los hits por segunda temporada seguida.
Con algunos equipos fuera de carrera antes del mismísimo primer lanzamiento de la campaña, la concurrencia promedio registró un declive de cuatro años seguidos por primera vez desde que la oficina del comisionado comenzó a llevar la cuenta en 1980. “Vamos a tener una concurrencia de más 68 millones de personas a nivel de las mayores”, dijo el comisionado Rob Manfred. “Otras 41 millones en las menores — eso en alza. Me conformo con 110 millones que fueron a ver un juego en vivo. Ese es un número realmente tremendo en una época en la que la gente tiene más y más alternativas (de entretenimiento)”.
Más y más equipos han adoptado la filosofía del todo o nada. Si no creen que se puede ganar, ¿para qué dar pelea? Mejor desprenderse de veteranos con elevados salarios y reconstruir con novatos que salen baratos — y aceptar el desplome en la venta de entradas. Los ejecutivos dicen que se trata de una reconstrucción prudente. El sindicato de peloteros lo describe como perder adrede. “Tenemos a algunos de los peloteros más talentosos que hayamos visto en mucho tiempo”, dijo el jefe del sindicato Tony Clark.
“Pero el tozudo fracaso de tantas fracasos al no armar equipos competitivos y tener a los mejores jugadores en el terreno es algo que sin duda afecta a nuestra industria”. San Francisco pasó de una concurrencia de 3,2 millones de fanáticos en casa a 2,7 millones. Tanto Seattle como Toronto cayeron de 2,3 millones a casi 1,8 millones. Baltimore atrajo a 1,3 millones, su peor cifra en casa en una temporada sin una huelga desde 1978. Los 1,5 millones que fueron a los juegos de Kansas City constituyeron su número más bajo desde 2006.
Mientras que Filadelfia tuvo un incremento de alrededor 500.000 tras el fichaje de Bryce Harper y Minnesota de 300.000 durante la temporada regular más exitosa de los Mellizos en medio siglo, y San Diego subió 200.000 tras añadir a Manny Machado, casi la mitad de los equipos tendrán declives. El descenso de este año oscilaba el 2% al iniciar el último fin de semana de la temporada regular, de 28.830 a 28.252, pero el promedio final se elevaría un poco tras el domingo. El promedio quedó por debajo de los 30.000 el año pasado por primera vez desde 2003. Manfred resaltó los aumentos en la teleaudiencia. Fox reporta una alza de 9% este año y su mejor cifra en siete años. Las transmisiones locales en horario estelar ocuparon el primer lugar en 24 de 25 mercados.
El uso de la aplicación móvil At Bat de MLB subió 18%. Aún así, las victorias y concurrencia van de la mano en varios mercados. “Hemos perdidos muchos juegos este años, más de los que hubiéramos querido, pero al final se trata de hacer lo correcto y a veces hay que dar un paso atrás”, dijo el manager de los Marineros Scott Servais, cuyo equipo excedió de las 90 derrotas. “La disparidad entre los de arriba y los de abajo, es real… ¿Es algo bueno para el juego? No lo sé. Pero lo que sé es que hay gente inteligente en los despachos, y ellos se dan cuenta que a veces hay que echar marcha atrás, y eso es lo que estamos haciendo. Yo lo respaldo con todo porque creo que funcionará”.
Houston, los Dodgers de Los Ángeles, los Yanquis de Nueva York y Minnesota alcanzaron las 100 victorias. Fue el tercer año seguido en el que tres equipos llegan a las 100 — previo a este momento sólo había ocurrido en 1942, 1977, 1998, 2002 y 2003. Detroit, Baltimore, Miami y Kansas City le dieron a las mayores el primer cuarteto con al menos 100 derrotas desde 2002.
En balances desiguales de series particulares, Houston cerró 18-1 ante Seattle y los Yanquis 17-1 contra Baltimore. “Si un equipo pierde 95 o 100, no lo veo como algo relevante”, dijo Manfred. “Creo que lo más importante es que tenemos equipos diferentes de todo los mercados que están teniendo éxito”.
Los jugadores están irritados que muchos equipos pasaron por alto a agentes libres en los últimos dos inviernos, con ejecutivos con objetivos a largo plazo que en intentar ganar ahora”. “Cada mercado de la agencia libre es un poco distinto, pero lo que parece ser constante estos últimos dos mercados es una mentalidad de todo o nada”, dijo Clark. Pero el gasto y el éxito no están del todo correlacionados.
Tampa Bay, último en nómina con 66 millones de dólares, estará en los playoffs junto a Oakland, 25 con 95 millones. Tres de los seis equipos con las nóminas más caras no se clasificaron: el número 1 Boston (228 millones), el número 3 Cachorros de Chicago (217 millones) y el 6 San Francisco (181 millones). “La solución no es siempre tener la nómina más alta”, dijo el director ejecutivo de los Medias Rojas Tom Werner.
AP