La japonesa Naomi Osaka observa el marcador durante su duelo con la suiza Belinda Bencic en la cuarta ronda del Abierto de Estados Unidos, el lunes 2 de septiembre de 2019, en Nueva York. (AP/FRANK FRANKLIN)
La racha de Naomi Osaka de 10 victorias seguidas en el Abierto de Estados Unidos y su camino a la defensa del título llegaron a su fin el lunes, en una derrota de 7-5, 6-4 ante Belinda Bencic en la cuarta ronda del último Grand Slam del año. Osaka, que había usado una rodillera a lo largo del torneo, recibió atención de un entrenador por problemas en la rodilla izquierda después de que la suiza le rompiera el saque para tomar una ventaja de 3-2 en el segundo set.
“Me sentía muy emocionada por estar en la cancha. El reto no podía ser mayor (que estar) contra Naomi”, declaró Bencic, la 13ra preclasificada que ahora se medirá con la croata Donna Vekic en los cuartos de final. “Me siento muy satisfecha con la manera en que jugué y la manera en que controlé mis nervios al final”. El resultado en un estadio Arthur Ashe de techo cerrado en una tarde lluviosa significa que los dos campeones defensores y primeras cabezas de serie quedaron fuera antes de los cuartos de final del torneo.
El ganador del año pasado en la rama masculina, Novak Djokovic, se vio obligado a abandonar su encuentro en la cuarta ronda ante el suizo Stan Wawrinka el domingo con dolor en hombro izquierdo. Osaka brilló en Flushing Meadows en 2018 al conquistar el primer campeonato de un torneo major en su carrera, al derrotar con facilidad a Serena Williams en una caótica final en la que la estadounidense perdió la compostura y discutió acaloradamente con el juez.
Sumó su segundo trofeo consecutivo de Grand Slam al ganar el Abierto de Australia en enero. Eso la convirtió en el primer tenista japonés, hombre o mujer, que se coloca en la cima del ranking mundial. Por su parte, Vekic, una croata de 23 años, llega a sus primeros cuartos de final en un Grand Slam al rescatar un match point y vencer 6-7 (5), 7-5, 6-3 a la alemana y 26ta preclasificada Julia Goerges.
AP