Serena Williams devuelve una pelota a María Sharapova durante el partido del lunes por la noche. (EFE/EPA/BRIAN HIRSCHFELD)
Sin compasión, Serena Williams acabó con María Sharapova y dio un paso adelante en su objetivo de conquistar el US Open y hacer historia. La estadounidense solo necesitó 59 minutos para imponer el doble 6-1 con el que mandó a la rusa, campeona de 2006, a casa y da el primero paso en la búsqueda de su vigésimo cuarto título de Grand Slam para empatar el récord de la australiana Margaret Court.
“Es una excelente jugadora. Cuando supe que la enfrentaría me enfoqué mucho. Cada vez que juego contra ella, sale parte de mi mejor tenis”, dijo Serena al terminar el partido. Y fue así. Williams alarga su racha a 20 victorias en 22 encuentros ante Sharapova con un partido sin errores, preciso, con un servicio estupendo, que incluyó cinco aces.
El primer Grand Slam de Williams fue en Nueva York, cuando venció en 1999 a Martina Hingis. Despues volvió a ganar seis veces más el Abierto estadounidense. Williams, octava en el ranking mundial, volvió al estadio Arthur Ashe un año después de perder la final ante la japonesa Naomi Osaka en un partido polémico en el que tachó de sexista al árbitro Carlos Ramos, que este año no oficiará ningún partido en el que esté Serena o su hermana Venus, por decisión de la autoridad de tenis de Estados Unidos. Otro que avanzó sin dificultad fue el campeón defensor masculino, Novak Djokovic, que superó al español Roberto Carballés por 6-4, 6-1 y 6-4.
“Me estoy preparando para la batalla”, dijo ‘Nole’, ganador de cuatro de los últimos cinco Grand Slams, que enfrentará al argentino Juan Londero, que este año ya jugó contra Rafael Nadal y Roger Federer. “Son todos diferentes”, indicó Londero. “Uno (Nadal) es una máquina de intensidad, de cabeza, de meter pelota, de romperte por todos lados; el otro (Federer) te hace aces que no ves, a veces que te juega winners de todos lados y éste (Djokovic), no sé, no sé que hace, lo hace todo bien”. Este lunes debuta el también siempre favorito Roger Federer, ante el indio Sumit Nagal, un rival que no debería ofrecerle resistencia.
AFP