El París Saint Germain (PSG), dominador de la Ligue 1 en seis de las siete últimas ediciones, fracasó en el Roazhon Park, superado 2-1 por el Rennes que lidera el angoleño Eduardo Camavinga, de 16 años, que fue una pesadilla para las estrellas parisinas. El Rennes propició, en la segunda jornada, la primera derrota del conjunto de Thomas Tuchel, inmerso en un ambiente enrarecido por la incertidumbre que acompaña en los últimos tiempos la situación del brasileño Neymar. Fue un joven de 16 años, Camavinga, el que sonrojó al campeón. Ganó todos los duelos con un desparpajo impropio de su edad y sometió a sus rivales.
El centrocampista angoleño, que el pasado año fue el primer futbolista nacido en 2002 que irrumpió en una de las cinco grandes ligas europeas, eclipsó a toda la constelación del París Saint Germain.
Tuchel, con Neymar en el olvido, situó en punta a Edinson Cavani, Ángel Di María y Kilyan Mbappe. El español Pablo Sarabia fue suplente y su compatriota Ander Herrera, otro de los refuerzos del curso, fue baja por lesión. El París Saint Germain, que en la primera jornada ganó al Nimes, se puso por delante en el minuto 42, cuando Cavani aprovechó un error de bulto de la zaga local en el intento de sacar el balón jugado. Sin embargo, el Rennes igualó casi a continuación. Antes del intermedio. Cuando el maliense Hamari Treoré, desde la izquierda, cedió el balón al senegalés Mbaye Niang, que dentro del área se revolvió para cruzar la pelota fuera del alcance de Alphonse Areola. Tras el descanso, emergió otra vez Camavinga.
Un pase espectacular del angoleño al área fue aprovechado por Romain del Castillo, que dejó en evidencia a su marcador, el belga Thomas Meunier. El Rennes se puso por delante y el París Saint Germain no pudo reaccionar. Tuchel movió el banquillo y a la hora de juego Colin Dagba y Pablo Sarabia ocuparon el lugar de Thomas Meunier y Ángel Di María, respectivamente. Después, a falta de un cuarto de hora, el técnico alemán quitó a Julian Draxler y sacó al campo a Leandro Paredes.
Nada funcionó. El equipo que entrena Julian Stephan mantuvo el tipo y contuvo el acoso de su rival, que se marchó de Rennes con su primera derrota bajo el brazo mientras en las gradas del Roazhon Park bendijeron a un nuevo ídolo: Eduardo Camavinga.
EFE