Primero, el que vaya a los Juegos Olímpicos de Tokio tendrá la difícil tarea de encontrar boletos y pagar el precio. Y entonces está el problema de encontrar una habitación de hotel con precios inflados debido a la demanda sin precedentes. Y añada el calor y la humedad del verano. Entonces está otro obstáculo: movilizarse por la ciudad, incluso encontrar un diminuto espacio para pararse en el eficiente, pero atestado sistema de trenes de Tokio.
El profesor Azuma Taguchi de la Universidad de Chuo ha estudiado la red de trenes de Tokio durante años y dice que opera ya al doble de su capacidad y la avalancha de aficionados en los Juegos pudiera empujarla al borde de la crisis.
“Cuando la capacidad es dos o tres veces por encima de lo normal, es posible que algunas personas pudieran morir”, dijo Taguchi a The Associated Press. Sus simulaciones en computadora predicen que la mayor ola de espectadores coincidirá con personas en ruta a sus trabajos en atestadas estaciones de transferencias durante el pico matutino, al tiempo que las estaciones pequeñas cercanas a las instalaciones se verán abrumadas.
Añade el hecho de visitantes con equipaje en trenes del metro y tratando de salir del tren y moverse por estaciones repletas. Las autoridades de transporte de Tokio definen sus vagones del metro a 200% de capacidad como con espacio suficiente para que un pasajero lea una revista. Eso probablemente representa un día normal en Tokio. A 250%, “no pueden mover una mano”. El estudio de Taguchi predice que 15 estaciones registrarán 200% sobre capacidad, con varias llegando a 400% cerca de las horas pico.
Desde que Tokio montó los Juegos Olímpicos de 1964, la administración de trenes incorporó empleados con el nombre de oshiya, “empujadores”, para apretar a los pasajeros en los vagones en las horas pico. Los locales están acostumbrados, pero los visitantes no necesariamente.
El comité organizador de los Juegos cuestiona los pronósticos de Taguchi. Reconocen que los trenes estarán atestados con 800.000 pasajeros adicionales diarios. Y esperan que la congestión del transporte en la ciudad aumente al doble. Para lidiar con ello, el comité quiere lanzar una app, aumentar las señales en varios idiomas y usar botes y tecnología de robot para ayudar a los espectadores a transportarse. Como con todas las olimpiadas, las autoridades prueban con carriles especiales en las carreteras y alteraciones en el flujo de tránsito en la ciudad.
“Viviendo en Tokio nosotros experimentamos esas muchedumbres de 100%, 150%, 180% todos los días. Sabemos cómo navegar las estaciones en esas horas”, dijo Katsuhisa Saito, jefe de estrategia de transporte del comité organizador. “La preocupación es que cuando los extranjeros asisten a esos eventos y usan las estaciones pudieran no saber cómo lidiar con eso”.
Los organizadores esperan reducir el nivel de congestión en los coches del metro a entre 150% y 180%, aceptable para los residentes de Tokio. Y quizás un objetivo demasiado ambicioso. Taguchi y el comité organizador están de acuerdo en algo: que la gente trabaje desde casa durante los Juegos, entre el 24 de julio y 9 de agosto de 2020. Dicen que más de 2.000 compañías han aceptado el pedido.
AP