NOAH LYLES
Noah Lyles se confirmó como la gran estrella de la velocidad. El estadounidense de 21 años dejó unos 19.50 (-0,1 m/s) en Lausana, que le sitúan como el cuarto mejor atleta de la historia en la curva detrás de Usain Bolt (19.19), Yohan Blake (19.26) y Michael Johnson (19.32).
De una planta imponente para un velocista, Lyles, corriendo por la calle 7, dominó una carrera en la que estaban De Grasse y el ecuatoriano Alex Quiñonez, que plantó cara a la sensación estadounidense hasta el punto de batir el récord nacional de su país (19.87). Insuficiente para discutirle algo a Lyles, un gran heredero en los 200 de Bolt.
En tres años entre los profesionales, apenas consumió una etapa en los Gators de Florida, sus pasos apuntan al récord de Estados Unidos que Johnson tiene desde 1996 y a recuperar la hegemonía estadounidense dañada en la era de Usain.
Contraste con los 100 metros
La vieja Athlettisima de Lausana coronó a dos leyendas de la recta: Justin Gatlin y Shelly Ann Fraser-Pryce. Con 37 años, el estadounidense volvió a bajar de 10 segundos, 9.92, en una carrera en la que no tuvo rival. Rodgers, su compatriota, fue segundo con 10.01.Probablemente ya no tiene la salida de antes, ni está para discutirle en unos meses el título mundial a Christian Coleman, pero el campeón olímpico de 2004 y plata en los Juegos de Río aún está para discutir un podio.
De menos a más, se dejó ir en los últimos metros, sin la necesidad de rebajar la marca que había acreditado en Palo Alto (9.87), que es la cuarta mejor marca de esta temporada.Más fascinante son las prestaciones de Shelly Ann Fraser-Pryce. Fue madre hace menos de dos años y sigue siendo la mamá más rápida de todos los tiempos. La pequeña velocista hizo 10.74 sin apenas viento con 32 años. Su enorme competitividad convierte a la doble campeona olímpica en una clara aspirante al oro mundial en septiembre.
Gerardo Riquelme / MARCA