La FIFA realiza una evaluación de riesgos por racismo para todas las eliminatorias de la Copa del Mundo 2022 y envía a observadores a los partidos donde existe una alta posibilidad de incidentes discriminatorios. Fatma Samoura, secretaria general de la FIFA, ha enviado una carta a las federaciones en que subraya que los países que sean sedes de partidos tienen la responsabilidad específica de tomar medidas contra la discriminación rumbo al Mundial de Catar.
La carta es enviada luego de un escrutinio particular en Europa respecto a jugadores que han sido blanco de agresiones racistas de parte de aficionados y a que los árbitros no siempre siguen los procedimientos de detener los partidos. Con base en un sistema de codificación similar a los señalamientos de tráfico, Samoura ha indicado a las federaciones nacionales que cuando exista “una alta probabilidad de incidentes discriminatorios”, el partido deberá recibir una clasificación roja y deberá enviarse observadores al estadio.
Para los juegos con un riesgo amarillo, o medio, Samoura explicó que la FIFA “seguirá evaluando las dinámicas temporales” de la situación a fin de determinar si la presencia de los observadores en realmente necesaria. Un punto crucial de la evaluación de riesgos es analizar si existen antecedentes de incide
ntes discriminatorios o violentos que involucren a equipos o países en general, incluyendo tensiones por cuestiones religiosas. Entre los criterios de la FIFA se encuentran explorar “a conocidos grupos de extrema derecha o xenófobos, incluyendo sus actividades relacionadas con el fútbol y vínculos con aficionados” y las “actuales crisis geopolíticas en los países de los equipos/actividades participantes y en su región que podrían afectar las actitudes de los espectadores”.
La FIFA también estudiará si los hinchas tienen una “tendencia a cometer actos de homofobia o un evidente abuso sexista con base en cánticos comunes o previos antecedentes”. El organismo rector del fútbol mundial trabaja en conjunto con la red Fare, grupo creado para actuar en casos de la discriminación en el fútbol de Europa, con el propósito de hallar observadores que detecten incidentes de este tipo durante los partidos.
De acuerdo con la FIFA, los observadores deberán “comprender el idioma, incluyendo idiosincrasias del país/equipo que les han sido asignados, conocer las señales y códigos usados en el país/ambiente local/cultura de los aficionados; conocer la cultura de los aficionados del país/equipo/ambiente local; entender cualquier asunto más extenso social y (geo)político que esté en juego”.
Samoura recordó a las federaciones que los árbitros deberían implementar un procedimiento de tres pasos que les permitan detener un partido, suspenderlo o por último abandonar un juego en caso de que persista una conducta discriminatoria. La carta fue enviada tres años después que la FIFA desarticuló su unidad antirracismo bajo el argumento de que había “cumplido plenamente su misión temporal”.
AP