Van Dijk felicita a Promes por su gol a Inglaterra. Getty
Sea Holanda de nuevo bienvenida a la élite del fútbol europeo. Aunque sea a través de esta Liga de Naciones cuyo prestigio está todavía por construir. El combinado de Koeman jugará la final del domingo contra Portugal tras derrotar a Inglaterra en un partido competido que se resolvió en la prórroga. No hay redención sin agonía. Fue un encuentro claramente marcado por los errores.
Tres de los cuatro goles llegaron a partir de pifias de los defensores tratando de sacar el balón jugado desde atrás. Dos de ellos, los que permitieron a Holanda alcanzar la final en el tiempo añadido. [Narración y estadísticas: 3-1] Holanda, con su remontada ante Inglaterra, se despoja al fin de la decadencia que le acompañó en los últimos años, cuando quedó huérfana una vez acabado el apogeo de Robben, Van Persie y Sneijder. Tras ausentarse por el camino de una Eurocopa y un Mundial, el combinado de Koeman reclama su antigua jerarquía a partir de pilares sólidos: la madurez de Van Dijk y Depay y la juventud de De Jong y De Ligt.
Aunque quizá lo mejor que se pueda decir de esta Holanda es que sigue la senda que le marca su historia, la de Michels y Cruyff, aunque todavía parezca lejos de su punto de cocción ideal. Quiere la pelota y la mueve con soltura, reclama el gobierno de los partidos, aunque le cuesta generar ocasiones. Más todavía ante un oponente tan físico como Inglaterra, especialmente la que este jueves presentó Southgate, autolimitado por reciente final de Madrid.
EL FALLO DE DE LIGT
Supo el combinado inglés contener bien a Holanda en los primeros minutos, negándole ocasiones claras de gol, y aprovechó su oportunidad cuando la tuvo delante. Ocurrió en un grave error de De Ligt, un mal control en el área que hizo salivar a Rashford. Se lanzó como un loco a por el balón rifado y el capitán del Ajax le derribó tratando de enmendar su pifia. El propio delantero del Manchester United convirtió la pena máxima para adelantar a su selección. Inglaterra, en fin, no hizo prácticamente nada en la primera parte, más allá de defenderse, pero logró llegar al descanso con ventaja en el marcador.
Por si acaso, Southgate decidió limitar el descanso de Kane a 45 minutos y darle entrada tras el descanso en lugar de Rashford. Con la presencia de su capitán como referencia y la movilidad de Sterling buscando posiciones centrales, Inglaterra fue creciendo hasta llevar a Holanda hacia la frustración. Transcurrieron así 30 largos minutos hasta que De Ligt encontró su redención al penalti cometido en la primera mitad.
De entre las muchas virtudes de este chico, quizá ninguna tan poderosa como su remate de cabeza en los saques de esquina. El tanto del empate fue calcado al gol con el que el Ajax eliminó a la Juventus de la Champions y en esta ocasión dio oxígeno a una Holanda que se ahogaba en sus propios pases.
GOL ANULADO POR EL VAR
Se acordó entonces Inglaterra del fallo de Sancho nada más comenzar la segunda mitad, un cabezazo franco que el extremo del Dortmund envió al único lugar equivocado, las manos y los reflejos de Cillessen. Pudo haberlo arreglando a siete minutos del final, pero el gol de Lingard fue anulado por el VAR por fuera de juego. Depay y Sterling tuvieron en su mano resolver el duelo en los 90 minutos, pero la prórroga fue inevitable.
En ella, Holanda fue superior a través de sus virtudes pero, sobre todo, gracias a los defectos de Inglaterra. Su segundo gol llegó después de un exceso de confianza de Stones. Pickford detuvo el chut a bocajarro de Depay, pero en el rechace Walker no pudo evitar el gol en propia puerta. A seis del final, Promes cerró la cuenta holandesa aprovechando un nuevo error, en esta ocasión de Henderson.
El mundo es