Justin Rose jugó junto a Tiger Woods y más tarde se le unió en el libro de récords del U.S. Open en Pebble Beach. En un comienzo inusitadamente fácil de la prueba más exigente del golf, Rose logró birdie en sus últimos tres hoyos para firmar el jueves una tarjeta de 65 golpes, seis debajo del par. Con ello, tomó una ventaja de un impacto en la punta. Rose sabía lo que estaba en juego cuando se paró para intentar un putt de unos cuatro metros para birdie en el hoyo 18, mientras el sol se ponía. Seis horas antes había visto en la TV la remembranza sobre el récord de Woods.
Y Woods estaba parado justo en los linderos del green. “Yo pensé: ‘sería bonito lograr esto frente a él mismo, este gran hombre”, dijo Rose. Lo logró, e igualó el mejor marcador en Pebble Beach durante un U.S. Open. Woods lo consiguió en 2000, durante una época en que no hacía sino romper marcas.
Tras concluir la ronda, Rose batió un puño en el aire. “Yo no diría que esto es fascinante, porque creo que mi mentalidad debe concentrarse en que estoy en un torneo de 72 hoyos”, dijo Rose. “Éste fue apenas un pequeño paso hacia el resultado. Uno no siente tanta energía como en un domingo, pero sí puede mirar por encima de su hombro y decir: ‘¡Maldita sea, estoy en Pebble Beach! Lograr un 65 estando en el U.S. Open es un momento grande”.
Pero su récord le dio sólo una ventaja de un impacto sobre otros cuatro golfistas: Rickie Fowler, Xander Schauffele, Louis Oosthuizen y Aaron Wise. Otros dos están a dos golpes de la cima y un nutrido grupo se colocó a tres, incluido el argentino Emiliano Grillo, quien firmó una tarjeta de 68.
Fue una jornada tan benévola que casi 40 jugadores quedaron por debajo del par. Entre ellos estuvo Woods, apenas. El astro completó el recorrido en 70 golpes, uno bajo par. “Estuve bien en el comienzo y luego tuve que pelear a la mitad de la ronda, para sobrevivir con hoyos en par”, dijo Woods.
“Estoy complacido por haber quedado hoy abajo del par”. El comienzo resultó idóneo para Rose y para la Asociación de Golf de Estados Unidos (USGA), que quiere algunas jornadas más tersas después de varios años de problemas en el torneo. La idea consistía en comenzar con condiciones más sencillas y elevar el grado de dificultad del campo paulatinamente. Un pronóstico de condiciones secas para la semana facilitaría la tarea de controlar eso. Éste fue el día para sacar ventaja, particularmente con un cielo nublado y condiciones frescas.
AP