El ciclista británico Christopher Froome afirmó este sábado que su proceso de curación será “largo”, tres días después de su caída en un entrenamiento durante el Dauphiné, que le provocó múltiples fracturas y le obligó a renunciar a estar en el Tour de Francia de este año. “El camino de la curación será largo, pero comienza ahora y estoy totalmente dedicado a mi regreso a lo más alto”, declaró el cuatro veces campeón del Tour, citado en un comunicado de su equipo Ineos (el antiguo Sky). “Aunque sea un revés, y uno grave, me concentro en el futuro”, relativizó Froome, antes de dar las gracias “a todos los que enviaron sus mejores deseos desde la caída”.
Eran las primeras palabras de Froome desde su accidente, publicando en su cuenta de Twitter una foto suya, sonriendo y con el pulgar levantado, en su cama del hospital. “Doy las gracias al equipo y especialmente al doctor Richard Usher y a su equipo médico, que han sido ejemplares. Además estoy agradecido al personal de urgencias y al del hospital de Roanne, así como a los cirujanos, médicos y trabajadores de enfermería del hospital universitario de Saint-Etienne”, escribió el ciclista británico.
El miércoles, Froome había salido a reconocer el terreno de la contrarreloj del Dauphiné y una ráfaga de viento le provocó una fuerte caída. El corredor de 34 años fue operado de múltiples fracturas, en el fémur y el codo derechos, pero también en las costillas. El viernes, Remi Philippot, miembro del equipo de cirujanos que le habían operado dos días antes, estimó que Froome no volverá a la competición antes de seis meses. El ciclista británico está hospitalizado en Saint-Etienne desde su caída.
AFP