La investigación sobre las sospechas de corrupción al margen de las candidaturas de Doha a los Mundiales de atletismo de 2017 y 2019 dio un paso adelante con las acusaciones recientes del patrón del grupo de medios de comunicación catarí BeIn, Yousef Al-Obaidly, y del expresidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack.
Jueces de instrucción financiera acusaron al patrón de BeIn de “corrupción activa” el 28 de marzo, indicó la fuente judicial. El segundo, Lamine Diack, hasta ahora considerado testigo asistido en este caso, fue acusado un día antes de “corrupción pasiva”, añadió la fuente próxima al dosier, confirmando informaciones de Le Monde.
Yousef Al-Obaidly es alguien cercano al patrón del París SG, Nasser Al-Khelaifi. Este último había sido colocado en marzo como testigo asistido en esta información judicial, que investiga también las condiciones de atribución de los Juegos de Tokio-2020 y de Rio-2016.
En una reacción transmitida a la AFP, Al-Obaidly “contestó categóricamente” las sospechas en su contra, asegurando que son “claramente infundadas e inconsistentes”.
Los magistrados se interrogan sobre dos pagos de un total de 3,5 millones de dólares, realizados en 2011 por la sociedad Oryx Qatar Sports Investment, propiedad de Nasser Al-Khelaifi y de su hermano Khalid, a una sociedad de marketing deportivo dirigida por Papa Massata Diack, apodado en los medios “PMD” e hijo de Lamine Diack, que ahora tiene 85 años y fue presidente de la IAAF de 1999 a 2015. En esa época, Doha ambicionaba albergar los Mundiales de atletismo de 2017, organizados por la IAAF y los Juegos de 2020.
Los jueces de instrucción buscan determinar si en contrapartida de estos pagos, Lamine Diack trabajó por una parte para el aplazamiento de las fechas de organización de estas dos competiciones, debido a las condiciones meteorológicas del país, y por otra por la obtención de votos de miembros de la IAAF a favor de Catar para el Mundial de atletismo. Consultor de márketing de la IAAF hasta 2014, Papa Massata Diack está en el centro de varios asuntos de corrupción deportiva. “PMD” tiene una orden de detención desde el 18 de abril por sospechas de “corrupción pasiva” y de “blanqueo agravado”.
- Dos pagos -
El primero de los pagos sospechosos fue realizado el 13 de octubre de 2011 y el segundo el 7 de noviembre de 2011, cuatro días antes de la votación de la IAAF. Fue finalmente Londres, que entró en carrera tras la capital catarí, la que ganó el Mundial de 2017. Pero, tres años más tarde, Doha obtenía la organización del Mundial de atletismo de 2019, que se disputará este año entre el 27 de septiembre y el 6 de octubre.
Estos pagos estaban previstos en un protocolo de acuerdo con la sociedad de “PMD”, en la que Oryx Qatar Sports Investment se comprometía a comprar derechos de patrocinio y de televisión por 32,6 millones de dólares a condición de que Doha obtuviera el Mundial de 2017, según otra fuente próxima al caso. Este contrato estipulaba que los pagos efectuados antes de la decisión de la IAAF del 11 de noviembre de 2011, los dos realizados, eran “no reembolsables”, lo que intrigó a los jueces. Oryx Qatar Sports Investment es diferente de Qatar Sports Investment, propietario del PSG.
Delante de los jueces, Nasser Al-Khelaifi, que niega todo hecho de corrupción, afirmó que solo supo recientemente de la existencia de los pagos, según elementos de su interrogatorio, del que tuvo conocimiento la AFP. En Suiza, el patrón de la cadena BeIN Sports está también en una investigación por “corrupción privada”, sobre la atribución de los derechos de difusión de dos Mundiales de fútbol.
En otro caso, la fiscalía nacional financiera reclama un proceso en Francia de Lamine Diack y de su hijo, considerados por la justicia como los actores claves de un sistema de corrupción para cubrir casos de dopaje en Rusia. Refugiado en Senegal, “PMD” siempre negó las acusaciones de corrupción, pero la justicia francesa nunca ha logrado que testifique.
AFP