El Everton, un equipo irregular, fuera de la zona alta que apura sus opciones europeas con el séptimo puesto como único objetivo, sonrojó al Manchester United (4-0), deprimido aún por su eliminación, a manos del Barcelona, de la Liga de Campeones. El conjunto de Ole Solskjaer ha encajado siete goles en cinco días. Tres ante el campeón español en el Camp Nou y cuatro ahora en Goodison Park. El revés puede costarle caro al Manchester, alejado de los puestos de Liga de Campeones. El conjunto del portugués Marco Da Silva rentabilizó el decaimiento de su rival, superado desde el principio inconsciente de la relevancia del choque y de lo que para sus intereses estaba en juego.
Antes del cuarto de hora el Everton abrió el marcador gracias a una chilena del brasileño Richarlison, imposible para el español David De Gea. Fue el premio al gran arranque local, que amplió su renta en el minuto 28 cuando el islandés Gylfi Sigurdsson recibió un pase de Idrissa Gueye, se hizo espacio para controlar el balón y ejecutó un tiro lejano que alcanzó la red. Los otros dos tantos llegaron en nueve minutos de la segunda parte.
El francés Lucas Digne fue el autor del tercero, que aprovechó un balón suelto en el área y el cuarto, en el 64, comenzó con un buen pase al espacio de Sigurdsson que culminó Theo Walcott. Nada le salió bien al conjunto de Solskjaer, que en el descanso recurrió a Ashley Young, por Phil Jones, y a Scott McTominay, que ocupó el lugar del brasileño Fred. Un doble cambio sin resultado. Tampoco varió el panorama la entrada al césped de Andreas Pereira por Marcus Rashford. El Manchester United, que encajó su octava derrota en la Premier, queda sexto en la clasificación. Séptimo es el Everton, que superó en la tabla al Watford.
EFE