Budweiser, patrocinador oficial de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018, calculó que durante el campeonato del año pasado se utilizaron más de 3,2 millones de vasos. Y para contruir con el medio ambiente y mantener con vida el último Mundial, la compañía cervecera ha decidido utilizar unos 50 mil de esos vasos para construir un campo de fútbol en la ciudad de Sochi, cerca del estadio olímpico Fisht.
Así es como toneladas de plástico se han convertido en un césped rojiblanco. Bautizada como 'The Budweiser ReCup Arena', la cancha se ha convertido en un auténtico espectáculo desde su presentación. Mide 65 por 42 metros cuadrados y el color blanco de los vasos hace que parezca que el césped está cubierto de nieve rusa.
Durante la inauguración de la cancha, uno de los invitados fue el italiano y campeón del mundo Marco Materazzi, que se mostró satisfecho con la original idea de Budweiser para seguir recordando el Mundial de Rusia. "Estoy muy contento de que Budweiser comparta la idea de la preservación del legado de la FIFA World Cup y siga haciéndolo después del torneo", señaló Materazzi.
AS