Incluso con los enormes contratos nuevos para Bryce Harper, Manny Machado y Nolan Arenado, el salario promedio en las Grandes Ligas caerá por segundo año consecutivo cuando arranque la campaña, de acuerdo con proyecciones de The Associated Press. Los 872 jugadores en nóminas y listas de lesionados el lunes por la noche promediarán un salario de 4,36 millones de dólares, comparado con 4,41 millones en el primer día de la temporada en 2011, según el estimado de AP.
Las bajas consecutivas se dan en medio de una apatía en el mercado de agentes libres, que provocó una reducción de salarios. Varios veteranos y lanzadores de primer nivel como Dallas Keuchel y Craig Kimbrel seguían sin contrato. La cifra exacta pudiera subir una vez los equipos declaren las nóminas para el inicio de la temporada el jueves.
El número será afectado por cuántos jugadores van a la lista de lesionados y cuántos remplazos de menor salario serán colocados en las nóminas activas. En el 2018, el promedio bajó ligeramente al inicio cuando agentes libres como Jake Arrieta de Filadelfia y Alex Cobb de Baltimore comenzaron la temporada en las ligas menores.
La baja de la campaña previa fue apenas la segunda desde la huelga de 1994-95, de acuerdo con cálculos de la AP, luego de un descenso de 2,7% en 2004. El gremio de peloteros determinó su promedio final como 4.095.686 dólares, una baja de 1.436 dólares desde 2017, mientras que la de la MLB fue de 4.007.987 dólares, comparado con 3.55.920 en 2017. El gremio incluye en sus cálculos las opciones de rescisión de contratos, algo que la gerencia no hace. Los gastos generales en nóminas de Grandes Ligas bajaron la campaña pasada por primera vez desde 2010, de acuerdo con cálculos de la oficina del comisionado, una baja de 18 millones de dólares, a 4.230 millones, atribuible a suspensiones por drogas y violencia doméstica y a retiros de jugadores a mitad de temporada.
Las únicas caídas previas desde 2002 fueron de 3 millones en 2010 y 32 millones en 2004. Los cinco jugadores mejor pagados son lanzadores, encabezados por Max Scherzer, de Washington, con 37,4 millones por temporada y Zack Greinke, de Arizona, con 32,4 millones. Boston se apresta a encabezar las Grandes Ligas en nómina por segundo año consecutivo, seguido por los Cachorros de Chicago y los Yanquis de Nueva York. En los casos de Scherzer y Greinke, el dinero diferido es descontado para reflejar el valor actual. La tendencia pudiera no cambiar el año próximo.
La camada de agentes libres de 2019-20 perdió a la mayoría de sus jugadores más atractivos cuando Chris Sale, Justin Verlander, Nolan Arenado y Paul Goldschmidt acordaron nuevos contratos en los entrenamientos de primavera. Eso dejó a Gerrit Cole, Madison Bumgarner, Khris Davis, Xander Bogaerts, Didi Gregorius y Anthony Rendón al tope del grupo. La asociación de jugadores está furiosa por el estado del mercado y va a iniciar negociaciones inusualmente tempranas con la gerencia que pudieran llevar a grandes cambios económicos. “La agencia libre es parte de lo que impulsa el sistema económico del béisbol y necesita seguir siendo una opción viable para los jugadores”, dijo el presidente del gremio, Tony Clark, en una declaración a la AP.
Scott Boras, un agente que prefiere que los jugadores se declaren agentes libres, piensa que la gerencia y el gremio deberían adoptar el sistema de “jugador de franquicia”. “Cada equipo necesita que se permita la designación de una excepción del impuesto de lujo y eso es recibir a un jugador al que puedan contratar sin incluirlo en los cómputos del impuesto de lujo”, dijo el lunes.
AP