Luego de que Russell Westbrook discutiera con un aficionado de los Jazz de Utah, la liga ha tomado la decisión de optar por tomar algunas medidas que eviten estas situaciones. Luego de investigaciones sobre el incidente, el conjunto de Salt Lake City decidió vetar de por vida la entrada al aficionado a las instalaciones del estadio, mientras que la NBA sancionó a Russell con 25.000 dólares por realizar expresiones inadecuadas, además la liga llamó a todas las franquicias a que tomen medidas y evitar que se produzca una nueva situación con sus jugadores en un futuro.
Shams Charania, de The Athletic, informó que la liga mandó a ejecutar a los equipos a crear un spot que fomenta la educación y respeto entre aficionados y jugadores. Con esta iniciativa la NBA espera que cesen los problemas entre los jugadores y los fanáticos rivales y se realizen los partidos de manera adecuada. Westbrook ya había hablado sobre el tema en donde aclaró que está muy mal que se lleguen a esas situaciones. “cada vez que vengo aquí se dicen muchas cosas irrespetuosas”, declaró a medios internacionales.
Por otro lado la propietaria de la franquicia de Utah, Gail Miller, señaló sentirse muy decepcionada por el comportamiento de uno de sus aficionados, tomando el micrófono y expresándose frente a todos los presentes en el estadio, previo al juego entre Jazz y Bucks. “Estoy muy decepcionada de que uno de nuestros ‘aficionados’ se haya comportado de tal manera que no solo haya ofendido a uno de nuestros invitados a este pabellón, sino a a mí personalmente, a mi familia, a nuestra organización, a la comunidad, a los jugadores y a vosotros, los mejores aficionados de la NBA”.
“Esto no debería pasar. No somos una comunidad racista. Creemos en el trato con cortesía y respeto. De vez en cuando algún aficionado a modo individual se comporta de manera incorrecta olvidando modales y faltando el respeto a jugadores de otros equipos. Cuando eso ocurra quiero que os levantáis y gritéis ‘para’. Tenemos un código de conducta en este pabellón. Será aplicado de forma estricta”, continuó Miller. “Los otros equipos no son nuestros enemigos. Son nuestra competición. La competición es buena. Permite a los jugadores mostrar sus talentos y permite a los aficionados animar, apreciar y disfrutar de los que comparten sus talentos con nosotros”.
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