United dejó en el camino al Chelsea | Foto: EFE
Solskjaer respira. Paul Pogba se lanza en plancha, conecta un tremendo cabezazo y mete al United en cuartos de final de la FA Cup. A escasos metros, Sarri se ahoga. Su equipo encadena la goleada ante el City con la eliminación copera y su crédito se acaba. El Manchester United, ya es más equipo que el Chelsea y eso es imperdonable en un Stamford Bridge apagado. En un duelo entre dos equipos que llegaban tocados y heridos en su orgullo y moral, el Manchester United puso más cabeza, exactamente las de Ander Herrera y Paul Pogba para inclinar al Chelsea fuera de la FA Cup y dejar a Maurizio Sarri en la cuerda floja.
Los 'Diablos Rojos', ya clasificados para cuartos de final, aleccionaron al Chelsea en una gran primera mitad por parte de ambos equipos en la que los tantos de cabeza de Herrera y Pogba prevalecieron por encima del impreciso conjunto de Sarri, cuyo proyecto, en poco más de una semana, parece reducido a cenizas. Con dos equipos bajo la presión de sentirse en el filo, uno caído a la sexta posición liguera después de un 6-0 encajado contra el Manchester City, y otro prácticamente eliminado de la Liga de Campeones, los complejos se esfumaron y dejaron libres el fútbol más puro, impropio de la tensión de un cruce copero.
Tanto fue así que los primeros 25 minutos desplegaron una orgía de juego ofensivo. El United movió primero las fichas y tuvo el gol en disparos de Romelu Lukaku, Herrera y Marcus Rashford e incluso en los nervios de un inocente Kepa que intentó controlar hacia su portería y casi se lleva el disgusto de que se la robase Rashford. Al Chelsea le costó, pero consiguió amilanar el arrollo inicial de los 'Diablos Rojos' y respondió con la autoridad de quien se siente en casa con las réplicas de Pedro Rodríguez, Hazard y un cabezazo de Gonzalo Higuaín. No estaba David de Gea, pero Sergio Romero sostenía bien los palos y el United, poco a poco, disipó el sprint 'Blue'. Faltaba por aparecer la agraciada bajo el manto de Solskjaer figura de Paul Pogba y el francés fabricó el primer gol del encuentro enfrente de la grada más azul posible.
El galo tiró varias bicicletas pegado a la línea de cal. Aguantó en banda izquierda hasta que Herrera ganó la espalda de toda la defensa del Chelsea y, especialmente de Marcos Alonso, y Pogba sacó un centro delicioso con la derecha que el medio español cabeceó a la red. Había sido una chispa del francés la que había desatado el partido y fue otra genialidad de Pogba la que lo decantó. El centrocampista robó una de las cuantiosas imprecisiones 'Blues' en el medio, abrió en profundidad a Rashford, quien esperó la llegada de Pogba y le puso un centro medido.
El francés se lanzó en plancha, Kepa pudo hacer más para atajar el balón y mientras se colocaba el 0-2 en el marcador, Pogba celebraba sobre el césped de un incrédulo Stamford Bridge.
Una semana después de que el City le pasase por encima y de haberse lamido las heridas contra el modesto Malmoe, el United les superaba con inusitada facilidad. El arreón que acometieron tras el descanso no fue suficiente para paliar los claros problemas de un Chelsea que no logra que Jorginho sea el cerebro que era en el Nápoles, que N'golo Kanté evolucione a su nueva posición de mediapunta y que Higuaín recupere el olfato goleador. Las culpas de ello parecen recaer en Sarri, quien recibió abucheos de la grada y que ve cada vez más oscuro su futuro en Londres. De momento, está fuera de la FA Cup y con la final de la Copa de la Liga en seis días. Solkjaer respira y Sarri se ahoga.
EFE