STARLIN CASTRO
JUPITER, Florida — Como veterano dentro de un equipo de poca experiencia, el segunda base dominicano de los Marlins, Starlin Castro, espera dar un ejemplo positivo, además de aportar producción y liderazgo. De cualquier manera, ser parte de un club en construcción tiene sus retos. Los Marlins perdieron 98 juegos la temporada pasada y las proyecciones apuntan a que volverán a terminar en el sótano de la División Este de la Liga Nacional.
Durante la temporada muerta, los Marlins cambiaron a su mejor jugador, el receptor J.T. Realmuto, a los Filis por el colombiano Jorge Alfaro, el dominicano Sixto Sánchez y el Will Stewart, además de US$250,000 para la cuota de firmas internacionales. Miami también sumó a un par de veteranos durante el invierno, el infielder Neil Walker y el patrullero Curtis Granderson, para que aporten experiencia. “Sólo trato de ser positivo”, dijo Castro. “Vengo todos los días, trabajo y ayudo a los muchachos que tenemos aquí. Estoy tratando de no pensar cosas negativas. Vengo listo para lo mío y ya”.
Es la misma mentalidad que Castro tenía hace un año, después de ser canjeado de los Yankees a los Marlins como parte del cambio de Giancarlo Stanton. “Starlin ha sido grandioso”, dijo el manager de los Marlins, Don Mattingly. “Adora jugar y te juega todos los días. Y tuvo un año bueno, honestamente”. Castro, quien cumplirá 29 años el 29 de marzo, tuvo una sólida primera campaña con los Marlins, disputando 154 duelos y bateando .278/.329/.400 con 12 jonrones, 32 dobles y 54 carreras empujadas.
“Ha estado en la liga tanto tiempo que pienso que a veces uno lo ve como si fuera mayor, pero la realidad es que, en cuanto a la edad, está en el tope de su carrera”, siguió Mattingly. “Realmente lo que necesitamos es que sea él mismo. Sólo con su forma de trabajar, ya es un buen ejemplo.
Es alguien que trabaja todos los días”. Los Marlins están en una situación similar a la de los Cachorros hace siete años. Castro estuvo en Chicago en el 2012 y el 2013, cuando perdieron 101 y 96 juegos, respectivamente, y fue cambiado a los Yankees después del 2015. Los Cachorros ganaron la Serie Mundial del 2016.
Los Marlins tuvieron registro de 63-98 en el 2018. “A veces es difícil”, aseguró Castro sobre ser parte de un equipo que casi pierde 100 juegos. “Pero a mí ya me pasó, así que no es tan duro. Yo no voy a pensar nada negativo. Vengo a trabajar y ya, tratando de mantenerme saludable y jugar fuerte día a día”. Castro está firmado por US$11 millones para el 2019 y su contrato tiene una opción del equipo para el 2020 por US$16 millones que, de no ejercerse, le garantizaría al quisqueyano una compensación por US$1 millón.
Los Marlins no recibieron mucho interés para un cambio por Castro durante la temporada muerta, debido a su salario. Pero eso podría variar a mitad de campaña cuando se acerque la fecha límite para cambios. Miami podría tener deseos de mover a Castro en esa época, especialmente si el segunda base y prospecto puertorriqueño, Isán Díaz, sigue mejorando. Díaz, quien batea a la zurda y podría desarrollar poder, jugó en Doble-A Jacksonville y Triple-A Nueva Orleans la temporada pasada. “Es un honor poder aprender de un veterano como Castro”, expresó Díaz.
“Muchos jóvenes no tienen esa oportunidad. Aprendo mucho de él. Ha jugado con muchas organizaciones. Pienso que es algo bueno para mí”. Pero hasta que llegue ese momento, Castro está listo para ser el segunda base regular de los Marlins. “Vamos en la dirección correcta”, dijo Castro. “Tenemos muchos jóvenes este año que ya estuvieron aquí el año pasado. Veo que todo el mundo está en tremenda forma. Y vienen a trabajar duro todos los días. Estos jóvenes están ayudando a que este equipo sea un equipo ganador”.
Por Joe Frisaro | MLB.com