Marcel Hirscher salvó el honor de su país al revalidar este domingo el título de eslalon y encabezar un 'triplete' austriaco, con Mario Matt y Marco Schwarz, el último día de los Mundiales de Are (Suecia), en los que él y la estadounidense Mikaela Shiffrin se consagraron como monarcas del esquí alpino. Hirscher, de 29 años, doble oro olímpico y ganador de las siete últimas ediciones de la Copa del Mundo, logró su séptimo título mundial, el quinto individual y -después de los de 2013 y 2017- el tercero en eslalon.
Algo que con anterioridad sólo había logrado el mítico Ingemar Stenmark, único que (con una plusmarca histórica de 86) supera sus 68 triunfos en la competición de la regularidad. Gran dominador del deporte rey invernal, en el que avanza con firmeza hacia una ampliación a ocho de su estratosférico récord de triunfos finales (seguidos) en la Copa del Mundo, Hirscher ya había cerrado su círculo el año pasado. Al ganar, en los Juegos de PyeongChang (Corea), el único título que le faltaba: el olímpico, que logró en la combinada; días antes de repetir oro, en el gigante.
EFE