Siete jugadores del Pro Piacenza, antes de enfrentarse al Cuneo. @LBuconi
Una goleada escandalosa que deja en evidencia a los pésimos gestores de un club al borde de la desaparición. 20-0 perdió este domingo el Pro Piacenza, un equipo de la Serie C de la Liga italiana. El Pro Piacenza arrastra graves problemas económicos y los últimos cuatro partidos no los disputó. Si no hubiera jugado, habría acumulado cinco incomparecencias y la Federación italiana le habría expulsado de la competición. Por eso acudió al partido contra el Cuneo, con el único objetivo de cubrir el obligado expediente. El Piacenza sólo presentó siete jugadores, ninguno de ellos profesional.
En el estadio Fratelli Paschiero de Cuneo unos chicos, con menos de 18 años, dieron la cara por un equipo en ruinas. El propietario del club, Maurizio Pannella, envió a sólo siete jugadores, el número mínimo para disputar un partido. Ni siquiera dispusieron del pertinente staff técnico. Luca Cirigliano (18 años) ejerció de capitán y entrenador.
Fue un hecho patético para el fútbol italiano. Antes del comienzo del encuentro hubo problemas para verificar la documentación de los jugadores, que acudieron al estadio en un minibús. Uno de los convocados extravió la licencia, por lo que su plaza la tuvo que ocupar el preparador físico (38 años). Hasta que no encontró la autorización no pudo jugar, y eso fue en la segunda parte. Pero poco después se lesionó el fisio, por lo que el Pro Piacenza volvió a quedarse con siete. Como era previsible, el partido fue un simulacro.
En la primera parte, el Cuneo vencía 16-0. En la segunda parte, el conjunto local apenas atacó y se limitó a pasarse el balón, sin querer humillar más al adversario. El Cuneo tuvo una posesión del 95% y lanzó a portería en 57 ocasiones; el Pro Piacenza, en ninguna. El Pro Piacenza se fundó en 1919 y en él militó el español Jonathan Aspas desde 2015 a 2018.
EL MUNDO