De izquierda a derecha aparecen fotos de 2018 de los dominicanos Robinson Canó y Welington Castillo, así como del mexicano Roberto Osuna y Coby Rasmus.
El gasto en las nóminas de las Grandes Ligas cayó la temporada pasada, algo que no ocurría desde 2010, por un monto de 18 millones de dólares, atribuible a suspensiones por problemas de drogas y violencia doméstica, así como al retiro de un pelotero a media campaña. Incluso con esos factores excepcionales, el descenso es inusitado en las mayores. Las únicas caídas registradas desde 2002 eran de 3 millones de dólares en 2010 y de 32 millones en 2004.
Los clubes se combinaron para gastar 4.230 millones de dólares en nóminas de Grandes Ligas el año pasado, de acuerdo con las cifras definitivas compiladas por la oficina del comisionado y obtenidas por The Associated Press. El decremento siguió a un receso entre campañas con pocos agentes libres cotizados, algo que no contribuyó a elevar el promedio de salarios.
El dominicano Robinson Canó, intermedista de Seattle, perdió unos 11,7 millones de dólares y su compatriota Welington Castillo, cátcher de los Medias Blancas de Chicago, dejó de devengar unos 3,5 millones, tras dar positivo de consumo de drogas. El cerrador mexicano Roberto Osuna fue suspendido por un caso de violencia doméstica, lo que le costó casi 2,1 millones de dólares con Toronto y Houston. Por su parte, el jardinero de Baltimore, Coby Rasmus, renunció a una paga de alrededor de 1,5 millones de dólares, en vez de intentar un regreso tras someterse a una cirugía de cadera.
Boston, monarca de la Serie Mundial, tuvo la nómina más alta, algo que no se observaba desde que la era de los agentes libres comenzó en 1976. Ascendió a 230 millones de dólares. En una muestra de una mayor paridad, 24 clubes, una cifra récord, tuvieron nóminas de 100 millones de dólares. El monto pagado por los Medias Rojas fue el más bajo para el equipo con la mayor nómina de las Grandes Ligas desde 2012.
Los cargos secundarios relacionados con el impuesto al lujo, que comenzó a aplicarse en la temporada de 2017, parecen haber cambiado el comportamiento de los clubes con mayores ingresos. El subcomisionado de las Grandes Ligas, Dan Halem, dijo que la tajada de ingresos que se destinó a peloteros de ligas mayores y menores el año pasado fue de 54,2%, la misma proporción que en 2012.
AP