La checa Petra Kvitova, quien cuenta en su palmarés con dos títulos en Wimbledon (2011 y 2014), se enfrentará a la joven japonesa Naomi Osaka, vigente campeona del Abierto de EE.UU., en la quincuagésima final del Abierto de Australia, un combate que tiene de premio además alcanzar la primera posición mundial por primera vez.
Tanto Kvitova como Osaka comentaron en rueda de prensa tras superar sus respectivas semifinales que la prioridad es alcanzar la que sería la primera corona en Melbourne, aunque las dos admitieron que la primera posición mundial es un aliciente extra muy suculento.
La tenista checa selló un camino hacia la final perfecto en cuanto a calidad tenística y resultados, después de superar todas sus rondas sin conceder un parcial a excepción de las semifinales, e impedir que sus rivales lograran más de cuatro juegos en alguna de las dos mangas. Tras su aplastante comienzo de temporada, al que hay que sumarle su título cosechado en Sídney en la segunda semana de enero, Kvitova confirma su total resurgimiento después de tocar fondo a finales de 2016 cuando fue asaltada y apuñalada en su domicilio particular.
El público de Melbourne Park ha podido presenciar durante estas dos semanas el potencial de una tenista zurda que se asomó al Olimpo de la clasificación WTA en 2011 tras brillar, y conseguir el título, en el All England Lawn Tennis Club con tan sólo 20 años. La tenista de Bílovec disputará su primera final en Melbourne Park y su tercera en un torneo del Grand Slam, sabiendo lo que es ganar todas, ya que las anteriores corresponden a sus coronas en el 'major' británico, y enfrentándose por primera vez a Naomi Osaka. A pesar de haber coincidido prácticamente tres temporadas como tenistas entre las primeras cincuenta jugadoras mundiales, nunca se enfrentaron en el pasado, por lo que se estrenarán con el puesto de número uno como telón de fondo.
La joven japonesa de 21 años no firmó un recorrido hasta la final tan rotundo como el cosechado por la que será su rival este sábado pero tuvo que sobreponerse a rivales como la ucraniana Elina Svitolina(6), vigente campeona de las WTA Finals en Singapur, o la checa y exnúmero uno Karolina Pliskova (7), verdugo a su vez de la estadounidense Serena Williams (16). La final femenina del Abierto de Australia significará la segunda consecutiva en torneo Grand Slam para la tenista japonesa, después de que consiguiera su primer 'major' en el último Abierto de EE.UU. tras vencer en la final a la menor de las Williams.
Sin embargo, la riña mantenida aquel día entre Serena y el juez árbitro del partido, el portugués Carlos Ramos, diluyó el mérito de una emergente estrella que se convirtió en la primera raqueta japonesa en levantar un título de Grand Slam.
Respecto a la disputa por la primera posición mundial, la eliminación temprana de la rumana Simona Halep (1) abrió las puertas de diversas jugadoras del cuadro para alcanzar la cima de la lista WTA tras la conclusión de la primera gran cita tenística del año. Sin embargo, con la eliminación consumada de Karolina Pliskova, última candidata a asaltar el número uno, tan sólo una de las dos finalistas podrán reinar en la clasificación mundial por primera vez en sus respectivas carreras.
EFE