El brasileño es duda para los octavos de Champions
Parece un "déjà vu" en el París Saint-Germain. Un año después de que el club de la capital francesa temblara por la ausencia de su estrella Neymar en octavos de final de la Liga de Campeones, la historia se repite. El club se resigna a perderle contra el Manchester United. En 2018 el jugador se lesionó en la Copa de Francia contra el Olympique de Marsella el 25 de febrero, diez días antes de la vuelta en el Parque de los Príncipes contra el Real Madrid.
Neymar se retiró lesionado el pasado día 23 en partido copero contra el Estrasburgo. Se lesionó el pie derecho y las lágrimas del jugador denotaban dolor e impotencia. Un daño que le recordaba al que el año anterior le llevó al quirófano y le hizo perderse la segunda parte de la temporada.
Enseguida se encendieron las alarmas en el club, porque dentro de tres semanas el PSG debe jugar en Old Trafford la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, el principal objetivo de los propietarios cataríes de la entidad. El guión del año pasado se va repitiendo como si el jugador más caro de todos los tiempos hubiera entrado en la misma espiral negativa por segunda vez consecutiva en la competición que vino a ganar a París. Como entonces, la primera reacción del club fue de prudencia. La zona lesionada está inflamada y el cuerpo médico del club necesita tiempo para emitir un diagnóstico.
Los mismo sucedía al año pasado, cuando durante días el PSG se aferró a la posibilidad de contar con Neymar para remontar el adverso resultado cosechado en el Bernabéu ante el Real Madrid (3-1). Pero todo atisbo de optimismo se disipó con la operación de la selección brasileña.
En 2018, la 'Canarinha' no quiso arriesgar a perder a su estrella para el Mundial de Rusia. En esta ocasión, tampoco tiene intención de privarse de su jugador más emblemático en la Copa América que jugará en su país. El año pasado, el médico de la selección, Rodrigo Lasmar, se trasladó a París y comenzó una tensa relación con los galenos del club francés. El brasileño diagnosticó una fractura mientras los franceses solo habían visto una fisura. Se impuso su criterio y Neymar viajó a Brasil, donde fue operado por el propio Lasmar el 3 de marzo.
El doctor tiene previsto entrevistarse en las próximas horas con sus homólogos del PSG y las fricciones pueden volver de nuevo. El seleccionador, Tite, está en la capital francesa y se ha encargado de rebajar las expectativas. En declaraciones a medios brasileños, ha asegurado que no convocará a Neymar para el amistoso programado contra la República Checa el próximo 26 de marzo. Esa perspectiva sitúa la recuperación del atacante mucho más lejos de lo esperado. No sólo se perderá la ida contra el United. Tampoco estará en la vuelta en el Parque de los Príncipes prevista para el 6 de marzo. Lasmar decidirá junto a sus homólogos si Neymar vuelve a pasar por el quirófano.
En caso afirmativo, como ya sucedió el año pasado, se perdería la práctica totalidad de la presente temporada. El entrenador, el alemán Thomas Tuchel, ya ha comenzado a preparar a la afición del equipo para la baja del brasileño. "Será muy difícil que podamos ver a 'Ney' (en Old Trafford). Está claro. Pero no perdemos la confianza", aseguró tras la victoria del pasado domingo contra el Estrasburgo. Neymar se ha convertido en el alma de este PSG, que arrasa en Francia a la espera de encontrar en Europa un rival que ponga a prueba su nivel internacional.
En lo que va de temporada, ha marcado 20 goles y ha dado 9 asistencias. El equipo pivota sobre él y goza de una gran libertad de movimientos en el tridente que compone junto al uruguayo Edinson Cavani y el francés Kylian Mbappé. El club francés tiene, además, otra duda de envergadura, la del centrocampista italiano Marco Verratti, que arrastra un esguince de tobillo desde el pasado día 19 y cuya presencia ante el Manchestar tampoco está asegurada.
Aunque su concurso en el equipo parece menos clave que el de Neymar, sería otra pérdida importante para un proyecto multimillonario que no puede permitirse otro tropiezo consecutivo en octavos de final de la Liga de Campeones tras haberse gastado más de 400 millones de euros en fichajes.
EFE