Los Medias Rojas de Boston plasmaron una temporada de ensueño, en la que dejaron grandes números y el manager Alex Cora cumplió con una gran labor. Es muy probable que pase mucho tiempo para que se pueda apreciar un equipo tan bueno como este. Boston fue una máquina para jugar beisbol de principio a fin.
Los patirrojos hicieron una grandiosa campaña que les permitió coronarse campeones; aunque existieron momentos complicados, lograron mostrar destreza y fuerza para desarrollar de la mejor manera su juego y cosechar las victorias. Cora utilizó eficazmente su inteligencia para dirigir a la franquicia, también realizó una gran labor a lo largo de la zafra y permitió que su conjunto se colocara entre los mejores de toda la historia. Los dirigidos por el boricua consiguieron 108 victorias en la temporada regular, siendo esta una cifra récord para la franquicia.
En postemporada lo hicieron de forma increíble, ganando 11 de 14 encuentros y eliminando a su acérrimo rival, los Yankees de Nueva York, que ganaron 100 juegos, y a los Astros de Houston, que también cosecharon 100 triunfos. Además realizaron cambios inteligentes los últimos años para colocar control en el terreno de juego (Chris Sale, Craig Kimbrel, Rick Porcello) y gastaron fuerte en agentes libres (J.D Martínez y David Price) cuando fue necesario. El quinto juego de la Serie Mundial fue clave para mostrar el trabajo implementado en los entrenamientos.
Tres años atrás, Boston le otorgó a Price uno de los contratos más grandes de la historia, y en la apertura más importante de su carrera demostró su gran trabajo solo permitiendo una rayita, tres imparables y lanzó hasta el octavo episodio.
El sujeto que supuestamente no podía ganar en octubre (Price) Marcó 1.98 de efectividad en tres apariciones durante la Serie Mundial. Steve Pearce llegó en junio en un cambio para fortalecer a Medias Rojas, dejando grandes actuaciones para llevar a su equipo a conquistar el campeonato y él quedarse con el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. Cuando el presidente de operaciones deportivas del equipo de Boston, Dave Dombrowski, buscó a un nuevo manager para que ayudara a reconstruir a su equipo, no dudó en adquirir a Alex Cora, el coach de la banca de los Astros. Cora no decepcionó y se convirtió en el prototipo del manager moderno al construir una relación indestructible con los jugadores.
El manager fue muy consistente con su trabajo, empleó métodos que lo ayudó a elevar su rango en la MLB; sin embargo no fue sencillo, tuvo que mantener un trabajo duro y continuo con los peloteros para poder desarrollarse de mejor manera dentro del terreno de juego.
Los Medias de Rojas sellaron una fabulosa temporada conquistando el campeonato y dejando un buen trabajo a lo largo de la campaña anterior, pudieron dominar a todos los equipos y generar una mayor productividad que les permitió evolucionar su juego y alcanzar el logro anhelado por todos los peloteros. Cabe destacar que siguen siendo favoritos para la próxima zafra de las mayores y es muy probable que renueven el campeonato si se mantienen con la química que sostuvieron en la campaña pasada.
Jesús García Meridiano