Kevin Love y Michael Phelps, durante el programa.
La pasada temporada, Kevin Love, campeón de la NBA, cinco veces all star y mil batallas libradas, tuvo que dejar la cancha en mitad de un partido presa de un ataque de pánico. Poco después, escribió un artículo en The Player's Tribune en el que confesaba que llevaba tiempo sufriendo trastornos de este tipo: «Durante 29 años pensé que la salud mental era un problema de los demás, pero ahora sé que eso no es así. Todos llevamos dentro algo que nos hace daño y quienes nos rodean no saben. Hablar de ello es lo más importante que puedes hacer».
Y ese objetivo lo cumple ahora en Locker Room Talk, un programa en el que trata el tema con otras estrellas.El último, Michael Phelps, el máximo medallista olímpico de la historia. El retirado nadador, de 33 años, ya reconoció a principios de año que había sufrido depresión y ansiedad durante su carrera, lo que le llevó a beber más de la cuenta. Sentado junto a Love, fue un paso más allá:
«Fui educado para ser ese atleta de éxito que todo el mundo admiraba, pero llegó un día en que ya no me gustaba ser la persona que los demás esperaban que fuera. Quería ser quien realmente soy y eso me hizo tocar fondo: ya no quería seguir viviendo».
Depresión y deporte: "Pide ayuda, no es vergonzoso"
Los casos de Love y Phelps, sumados al de DeMar De Rozan, otro all star de la NBA que confesó este año que lleva años lidiando con la depresión, han expuesto que los problemas de salud mental son habituales en el deporte de élite. «Juventud, soledad, ansiedad… No importa que parezcamos indestructibles, todos somos humanos cuando nos acostamos», se abrió DeRozan. Esta imagen del atleta como superhéroe es especialmente problemática para Love, que interrumpe en un momento dado a Phelps diciendo que se espera de ellos que sean «machos», así, en español.
«Exacto» -continúa el nadador- «Pero es un error, puedes ser el hombre más fuerte del mundo y estar destrozado por dentro. Dilo, pide ayuda, no es vergonzoso».Este mismo miércoles, los Carolina Panthers de fútbol americano, el deporte macho por antonomasia, se convirtieron en el primer equipo de la NFL en contratar una terapeuta dedicada a tiempo completo a tratar los problemas mentales de la plantilla. El vestuario entero aplaudió la contratación. «Ya es hora de que deje de ser un estigma», se propuso Love. Y lo está consiguiendo.
IÑAKO DÍAZ-GUERRA EL MUNDO ES