La polémica se instaló en la antesala de la final de vuelta de la Copa Libertadores, luego de los graves incidentes que se produjeron en el arribo del plantel de Boca al Monumental. El drama fue total. El bus que transportaba al equipo sufrió la violencia de los hinchas de River, que sobrepasaron el control policial. En su afán por recuperar el control, la policía aplicó gas pimienta para dispersar a los aficionados y afectó también a los jugadores, que llegaron en malas condiciones al Monumental. Carlos Izquierdoz, Pablo Pérez y Carlos Tévez eran de los más efectados y tuvieron que recibir asistencia médica.
Desde la dirigencia de Boca apuntaron que todos los jugadores estaban con secuelas. Por ahora la incertidumbre es si el encuentro se disputará; de momento, a la espera de lo que se decida en la reunión entre los presidentes y CONMEBOL, ha sido retrasado. Carlos Tevez, en mal estado tras los incidentes en la llegada de Boca al Monumental. "Nos tiraron de todo", se quejó el capitán Pablo Pérez a Fox Sports.
"Tiraron gas pimienta, piedras, de todo", denunció Juan Carlos Crespi, dirigente. "Fue muy confuso, evidentemente las fuerzas de seguridad fueron desbordadas, había mucha gente. Para protegernos tiraron gases lacrimógenos y los gases ingresaron a los micros", detalló el directivo César Martucci.
Asimismo, Radio La Red ha informado de que el conductor del autobús de Boca estuvo tirado en el vestuario, donde varios jugadores se encontraron descompuestos y fueron atendidos por los médicos de CONMEBOL, a pedido de la entidad. También en el vestuario habrían discutido acaloradamente los presidentes de ambos clubes.
Italo Morales AS