Piermario Morosini
El fallecido jugador italiano sufrió de joven la muerte de sus padres, y el suicidio de su hermano, y se erigió como único sostén de su hermana discapacitada.
Resulta verdaderamente inexplicable, observar como la vida de algunas personas está rodeada de muerte y tragedia cual macabra maldición imposible de eludir, como la del malogrado jugador italiano Piermario Morosini, quien falleciera el 14 de abril de 2012 víctima de un paro cardiaco en pleno engramado del Estadio Adriático, donde su equipo el Livorno, visitaba al Pescara en la fecha 35 de la serie “B” italiana.
La muerte de este joven de 25 años estremeció profundamente los cimientos del fútbol italiano, desatando los más dolorosos sentimientos de rabia e impotencia sobre todo de sus compañeros de juego y amigos más cercanos, quienes conocían desde adentro todas las tragedias que este gran ser humano había experimentado en su corta vida, teniendo que lidiar en su adolescencia con la muerte de su madre en 2001, 2 años más tarde el fallecimiento de su padre y el suicidio de su hermano mayor Francesco quien padecía una grave enfermedad degenerativa que lo consumió en su amargura y dolor.
Pero ninguna de estas dolorosas tragedias logró doblegar en su momento el indomable espíritu de lucha y ganas de vivir de Piermario Morosini, quien llegaba a la mayoría de edad como sostén de su único familiar vivo, su hermana Carla María, quien lamentablemente también era portadora de una rara enfermedad que la mantenía recluida en una residencia de atención especializada para discapacitados al norte de Italia, encontrando en el fútbol, el medio idóneo para generar los ingresos necesarios para costear los gastos de atención y manutención de su querida hermana.
“Moro”, como era conocido cariñosamente, fue fichado originalmente por el Atalanta, destacándose en sus categorías inferiores hasta ser vendido en 2005 al Udinese, con quienes debuta en la serie “A” en 2006 con apenas 19 años de edad, comenzando luego su periplo por algunos clubes de la “B” en calidad de préstamo como el Bologna, el Vicenza, el Reggina, el Pádova y el Livorno, siendo también internacional con la selección sub-21 de Italia.
Antonio Di Natale, el Ángel Guardián de Carla María
Tras el lamentable deceso de Piermario Morosini, Antonio di Natale, excompañero y gran amigo personal se sintió devastado por la nefasta noticia, y tras sobreponerse a ella, decide solicitar la custodia legal de Carla María, asegurando que se encargara mientras viva de los gastos y cuidados necesarios de la infortunada mujer, gesto que conmovió a todo el mundo del fútbol, generando la reacción de algunos dueños de equipos que se comprometieron a ayudar económicamente la acción de Di Natale.
Por Javier Parraga Especial para Pasion Magazine
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